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Selección | Amistoso

A Portugal sin euforia

Sáez alineó a 22 jugadores (sólo Vicente, con molestias físicas, no jugó) y el juego de España dejó algunas dudas: si Xabi Alonso debe jugar con Albelda, si Joaquín desborda más que Etxeberría y quién será el primer lanzador de penaltis.

IVÁN CASTELLÓ / AS.COM
<b>LUQUE POR VICENTE.</b> Los problemas musculares del valencianista obligaron a Sáez a modificar su once titular para la Eurocopa con la incorporación del deportivista Luque.

España se aproximó a Portugal con un triunfo cómodo frente a Andorra (4-0) en Getafe (Madrid), pero que sirve para rebajar la euforia y las expectativas de la Selección ante la próxima cita oficial de la Eurocopa en Portugal.

Titulares y suplentes empataron (dos goles cada uno, y uno a mitad de cada tiempo y el otro al final), aunque el fútbol desplegado no fue especialmente bueno.

Lo que contó, según los planes del seleccionador, fue el primer tiempo. Allí, Sáez, sin gorra (por cierto), sacó a sus diez señores de los anillos (Vicente se quedó fuera por problemas musculares y en su lugar entró Luque) aunque con resultado desalentador. Entre la debilidad del rival, la cercanía del debut contra Rusia (lo que, por otra parte, realmente cuenta) y el viaje organizado por la FEF que será eterno hasta llegar a la concentración lusa, el caso es que la Furia Roja se quedó en aprobado raso, en noche 'light'.

Tardó España 23 minutos en tirar entre los tres palos a Koldo. Fue en el gol de Morientes, quien aprovechó la visión vertical que también ofrece de este juego Baraja, de lo mejor del primer periodo para reivindicar su titularidad en detrimento de la 'corriente Xabi Alonso'. Hasta el 1-0, España se arrastró por momentos, jugó sin tensión y sólo Marchena pudo marcar en un remate pifiado.

La contestación de los voluntariosos andorranos al gol de Morientes llegó a los 40 minutos, cuando el árbitro italiano Trefoloni pitó peligro en un remate a saque de esquina que podía colarse. Conclusión: España no parece muy segura para defender a balón parado.

Cuando el Alfonso Pérez buscaba los bares para el refrigerio del descaso llegó el 2-0 para maquillar la cuestión: penalti de Txema a Raúl y conversión de Baraja tras rechazar Koldo. Otro apunte: no hay un lanzador de penalti fiable ahora mismo en la selección.

Otro once

En la segunda mitad, nuevo once. El formado por Cañizares (sustituto de Casillas a la media hora, reemplazado a los 60' por Aranzubía); Gabri, César, Juanito, Capdevila; Xabi Alonso, Xavi; Joaquín, Valerón, Luque (repitió); y Torres. Y algo más de ganas (lo que se espera de los suplentes).

Con un Torres hiperactivo (hasta de chilena lo intentó) y un Valerón que dejó entrever su innata clase, España tuvo más espíritu. A Joaquín (que desborda más que Etxeberría) le hicieron un penalti, no pitado, y el marcador no se alargó más que hasta el 4-0.

Xabi Alonso y Xavi (en las antípodas de la concepción futbolística resultante de la pareja Albelda-Baraja, quizás la mejor solución sea un 1+1) también dejaron destellos de una selección a la que ya sólo le quedan entrenamientos en Portugal para saltar dentro de una semana en el Algarve contra Rusia.