El Logroñés ya piensa en el ascenso

El Logroñés no ha pudido celebrar este lunes su clasificación matemática para la fase de ascenso a Segunda, algo que tiene asegurado al 99 por ciento, y por ello ya empieza a pensar en retornar al fútbol profesional después de cinco años de crisis permanente y de bordear la desaparición.

En estos momentos el Logroñés dispone de seis puntos de ventaja sobre el quinto del grupo II de Segunda B, el Alavés B, y quedan dos partidos en juego; ante la posibilidad de empatar a puntos, estos dos equipos también están empatados en el marcador particular, aunque en el global, los riojanos tienen trece goles de ventaja.

Y además todavía esperan la resolución del Comité Español de Disciplina Deportiva sobre los tres puntos que le restaron por la huelga de sus jugadores; si se los devuelven el Logroñés podría ser, incluso primero de grupo.

Se complicaron la vida ante el Binéfar

Pero en realidad el Logroñés piensa desde hace semanas en la fase de ascenso y lo demuestra sobre el terreno de juego, con lo que se ha complicado a sí mismo llegar al primer puesto con errores como el de este domingo, cuando en el minuto 90 encajó el 2-2 ante el Binéfar, colista de grupo y ya descendido.

La falta de triunfos ha hecho que, paradójicamente, las últimas semanas sean las peores para el entrenador, Juan Carlos Mandiá, con "pitos" de los aficionados y críticas del propietario del club, el ganadero José Luis Martín Berrocal, que no entienden el que "reserve" a jugadores para próximas citas.

Pero al margen de esas desencuentros concretas, el entrenador y todo el entorno del Logroñés tienen claro que para culminar con éxito el asalto a la Segunda División y retornar a las categorías importantes del fútbol español son necesarios optimismo y unión.

Unión en el club

Para facilitar ese clima Martín Berrocal ha acercado su posición a la de Mandiá, le pidió perdón públicamente por sus críticas y le prometido la renovación si asciende, además de negociar las primas con los jugadores.

Y todo en la misma semana en la que el club, dirigido en la faceta extra-deportiva por José Angel Zalba, empezó a reconducir su situación económica apoyado con la cesión del nuevo campo de fútbol de Logroño para los próximos cincuenta años, lo que se une a la negociación de "quitas" con diferentes acreedores.

En definitiva, la fase de ascenso a Segunda A, prácticamente asegurada, puede suponer que el Logroñés de un paso adelante, algo impensable hace algunos meses cuando estuvo cerca de poner fin a su historia e incluso protagonizó la primera huelga del fútbol español.