Ramón Moya, destituido este miércoles como entrenador del Espanyol, se convierte en el tercer técnico que es apartado de su club en la presente temporada en Primera División.

El primero en caer fue Víctor Muñoz, que fue destituido el 11 de septiembre como entrenador del Villarreal, tras la eliminación del equipo castellonense en los treintaidosavos de final de la Copa del Rey.

El Villarreal había perdido ante el Hércules, de Segunda División B por 1-0 y, días antes únicamente había logrado arrancar un empate (2-2), ante el Osasuna en partido de la primera jornada de Liga disputado en el Madrigal, pese a contar con una ventaja de dos goles.

Tras Víctor Múñoz, llegó el turno de Juande Ramos. En la madrugada del 20 de octubre el presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, utilizó, debido a cuestiones legales, el término "suspensión" por no hablar de destituir a Juan de Dios Ramos.

Juande Ramos había hecho públicas, pocas horas antes, sus diferencias con el consejo de administración de la entidad. Su sucesor fue Ramón Moya, quien hoy perdió su cargo en el equipo.