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Primera | Zaragoza 1 - Betis 1

El Zaragoza se mete en zona de descenso

No pasó del empate ante un Betis al que Mejuto anuló un gol legal.

<B>ÉSTA SÍ LA ATRAPÓ. </B>Prats se tragó el tiro de Bilic que supuso el gol del Zaragoza.
JAVIER BELLVER

Ni con dos delanteros centro. Ni rescatando a Acuña de su lesión inacabable. Ni en una Romareda llena llenísima. El Zaragoza de ¿Costa? no pasó del empate y comienza a sentir las brasas de un infierno cada vez más cercano, el del descenso. Ayer entró en el purgatorio, y mucho tendrá que depurar el Molowny blanquillo los pecados de su equipo si quiere dejarlo en Primera.

El Zaragoza salió con la ira del condenado. El Betis, con la pereza del dominguero en Matalascañas. Manejaban los de Costa, creaban poco. Así (Pero Grullo fue futbolista, seguro) entre ira y pereza, sólo cabía un gol local, precedido por una andanada que, demasiado fallón ayer, marró Milosevic. Y ese gol lo hizo Bilic, de sorpresivo zambombazo que, también es verdad, se comió con papas Toni Prats.

El tanto de Bilic debía abrir la esperanza del perdón maño, pero no hizo más que despertar del letargo a una bestia de color verdiblanco. ¿Qué les dijo Juande a los suyos en el vestuario? Por instantes, el Betis se demonizó para salir poseído por la gula de comerse al Zaragoza, en una segunda parte que Benjamín (otra vez) hizo con la lujuria de ser dueño del centro del campo, de guiar a su equipo hacia la victoria con su onmipresencia. En tantos sitios estaba Benji que sacó con su cuerpo la única aparición Denilson, un trallazo a puerta vacía. Entonces ya se respiraba suspense, terror de gol bético, en La Romareda, sobre todo después de un gesto de avaricia extraño en Juande, pero que honra al técnico manchego: quitar a Rivas, un central, y meter al nigeriano Ikpeba, un delantero... El empate tenía que llegar y lo anotó, cómo no, Dani. Una vuelta después de su debut, el diablillo bético se convertía en máximo goleador de su equipo (5), para sana envidia del resto de delanteros verdiblancos.

Quedaban 20 minutos, mucho vendaval bético. Quedaba, así es la historia bíblica, el pecado de Mejuto, el séptimo, que en un gesto de soberbia anuló a Ikpeba el gol legal que hubiera puesto al Betis a las puertas del cielo. Imperdonable.

El detalle

Denilson vio la quinta tarjeta amarilla por simular una falta y se perderá el derby contra el Sevilla. Este dato negativo contrasta con otro positivo para los verdiblancos. Tras su gol de ayer, Dani se convierte en máximo anotador verdiblanco, con cinco dianas.