Segunda B | Logroñés
Adiós a Las Gaunas
El partido de Liga contra el Hospitalet de este viernes será el último, ante el traslado al Nuevo Las Gaunas.
El campo de fútbol de Las Gaunas acogerá este viernes, casi con total seguridad, su último partido de fútbol tras 78 años de historia, ya que después de jugar con el Hospitalet el Logroñés comenzará a entrenarse en el nuevo estadio de la ciudad, donde jugará sus próximos encuentros.
El Ayuntamiento de Logroño pretende cerrar un acuerdo de cesión de uso del nuevo campo con el Logroñés e iniciar los trámites para derribar el viejo Las Gaunas, donde se construirán viviendas y se prolongará una calle de la ciudad.
Ayuntamiento y Logroñés no acaban de ponerse de acuerdo en el plazo de cesión, que el primero, que de momento correrá a cargo de mantener la instalación, quiere que sea de unos meses para después negociar un periodo más largo, mientras que el club pretende que se le ceda lo que queda de temporada y otra más.
A la espera de cómo se zanja ese convenio, este viernes se terminarán ocho décadas de fútbol en Las Gaunas, en las que han pasado por su césped equipos de todas las categorías, desde las regionales a la Primera División, donde el Logroñés militó por última vez en 1997.
Raúl, Butragueño, Luis Enrique o Romario son algunos de los nombres más importantes que han disputado encuentros en este estadio, en el que, como locales, también han jugado Polster, Ruggieri, Salenko o Rubén Sosa.
La historia de Las Gaunas se remonta hasta principios de los años veinte, cuando se dio al campo este nombre porque se construyó en unos terrenos en los que ya se practicaba deporte y que habían sido donados por las hermanas Gaona, quienes mantendrán su nombre en el nuevo estadio.
El 15 de junio de 1924 Las Gaunas acogió su primer encuentro, entre el C.D. Logroño y el equipo francés Vie au Grand Air, en el que el primer gol fue marcado por el oftalmólogo Ramón Castroviejo; meses más tarde, en septiembre, el Athletic de Bilbao inauguró de forma oficial el estadio riojano.
En la actualidad, tras varias remodelaciones con las que el campo intentó adaptarse a los nuevos tiempos, tiene capacidad para casi 15.000 espectadores, aunque sólo 6.300 sentados.
El estadio no ha sido ajeno a los problemas económicos de su inquilino, el Logroñés, que tras convertirse en el primer equipo de la ciudad firmó un convenio con el Ayuntamiento en 1963 y que aunque ha realizado algunas mejoras en él, en los últimos años ha carecido de capacidad económica y voluntad -ante el inminente traslado- para acometer otras necesarias.
Los ascensos del Logroñés a categorías profesionales llevaron consigo la construcción de tribunas o vestuarios, pero Las Gaunas nunca pudo ocultar su origen antiguo, sus columnas que dificultan la visión y la ausencia de las instalaciones necesarias para los medios de comunicación.
Ese campo dejará paso a otro con capacidad para dieciséis mil espectadores, todos ellos sentados, y dispone de las instalaciones necesarias para albergar encuentros de categorías profesionales, aunque el Logroñés milita en estos momentos en Segunda B.
Ha sido diseñado según un proyecto del estudio madrileño Lamela, el mismo que diseñó la última reforma del Santiago Bernabeu, y como aspecto más destacado, tiene su terreno de juego varios metros por debajo del nivel del suelo, con lo que su aspecto exterior es el de un estadio más bajo de lo que resulta dentro de él.