El viento suspende la sesión

La ola de frío que invade la Península hizo ayer un devastador acto de presencia en las instalaciones del Cerro del Espino. Un gélido viento azotaba Majadahonda a las 11 de la mañana, hora del entrenamiento. Viento que se hacía notar más si cabe sobre el campo donde se ejercitaban los jugadores de la primera plantilla situado en un emplazamiento muy abierto que no ofrecía ninguna zona resguardada.

Sobre el césped, los jugadores daban continuas y ostensibles muestras de frío y, por más que corrían, no había forma de entrar en calor. Además, el viento dificultaba enormemente el control del balón y limitaba el número y la precisión de los ejercicios a realizar. Según pasaban los minutos, el tiempo no mejoraba lo más mínimo y la incomodidad de los futbolistas era cada vez más evidente. Finalmente, para gran alegría tanto de los jugadores como de los periodistas que observaban el entrenamiento, Luis Aragonés decidió que alargar aquello no tenía sentido y dio por finalizada la sesión cuando tan sólo habían transcurrido cuarenta y cinco minutos desde su inicio.