El Tenerife cae a la zona de descenso

El Mallorca presentó ayer su candidatura a salir del pozo de la mano de Kresic, un técnico tan serio como trabajador y el Tenerife vuelve para Canarias con un cargamento de inseguridades y el lastre de ir segundo por la cola, en puestos de descenso.

El partido admite todo tipo de calificativos, pero ninguno positivo. Fue trabado, falto de calidad, de intensidad, de juego, monótono, lleno de errores arbitrales... En definitiva digno de dos rivales del vagón de cola de esta Liga.

Nada más empezar, mucho antes de alguno empezara a correr, una carambola llevó el balón al palo izquierdo de Aragoneses y desde ese momento el portero se mostró muy dubitativo y fallón. Así se tragó tres córners en salidas por alto que el Mallorca, víctima de su mal estado de juego, no pudo resolver.

El Tenerife mostró en esos minutos iniciales algunas contras que acabaron blandamente pese al empeño de Xisco, Acorán y Ania. Pero el partido se rompió cuando el árbitro picó en una finta de Luque por encima de Venta y pitó un penalti que marcó Etoo. Después de eso, el fútbol brilló por su ausencia, con alternativa en los patadones.

En la segunda mitad el Tenerife salió con ganas, pero sin pegada, con Marioni haciendo la guerra sin apoyo aliado. En una jugada aislada el argentino llegó al área y Olaizola se lo llevó por delante. Esta vez Rodríguez no vio lo evidente y no pitó. Fue la puntilla para el Tenerife.

Poco a poco el juego chicharrero se fue desinflando hasta que cedió la iniciativa al Mallorca, que supo hacer algo más. Marcos disparó al palo y su equipo empezó a cubrir los agujeros que dejaba su rival. El Mallorca, entonces, hizo algo de juego gracias a la descomposición del equipo de Pepe Mel, pero sólo merodeó el área de Aragoneses en los últimos minutos. Miquel Soler se descorchó una jugada por la banda izquierda que hizo sonrojar a toda la defensa blanquiazul y con el partido acabado, marcó el segundo.