Ni las artes marciales, ni las técnicas de control mental. Leonel Pipa Gancedo, se pasó un tiempo buscando alguna forma de aplacar su irascible carácter, pero no la encontraba. Hasta que en su vida se cruzó Atletas de Cristo. "Era una persona que se peleaba, discutía mucho con los técnicos, o no tenía del todo claro algunos valores de la vida. Pertenecer a Atletas de Cristo cambió mi vida y mi actitud".
Fernando López, un ex compañero de Argentinos Juniors que quedó paralítico tras un accidente de coche, fue el que introdujo a Gancedo en esta religión en 1994, cuyo presidente es el brasileño Baltazar María de Morais, ex jugador del Atlético de Madrid.
La actitud constestaria de la que parecía haberse desprendido Gancedo le volvió a traicionar. Esta vez fue con Lotina, que le ha convocado para el partido de hoy y le ha dado la titularidad a pesar del enfrentamiento que han mantenido en los últimos días. Ya en su época de River, Gancedo mantuvo pulsos con Ramón Díaz y con Américo Rubén Gallego.
El primero le apartó del equipo y el segundo le acusó de exigirle la titularidad. Como con Lotina, con ambos hubo reconciliación y al final pesó más su calidad que las polémicas. Mañana tiene todas las papeletas para ser titular, pero le van a mirar con lupa. Ha levantado polvo con sus declaraciones en un club tranquilo y puede pagarlo.
Tampoco vive el Mallorca días tranquilos. Tras el batacazo de la Champions y el relevo de Kresic por Krauss busca enderezar por igual actitudes y resultados. Ahora ha buscado a un entrenador de corte rígido para ello. Antes buscó un técnico con gancho y caché, otro Luis Aragonés que no había. Se desestimó a Juande Ramos buscando glamour. Y el glamour a veces se agota. Como el miércoles en Londres.
Cuenta con 10.000 seguidores
Fundada en 1981 en Brasil por cuatro futbolistas, Atletas de Cristo no ha parado de crecer desde entonces. Donato, Mazinho, Giovannella, Geovanni, Jorginho o Alemao son miembros de esta facción religiosa que cuenta con unos 10.000 seguidores, que no cree en los santos, son evangelistas, y que tiene doce mandamientos entre los que se encuentran: dar buen ejemplo de respeto a los compañeros, a los adversarios y dirigentes y establecer como objetivo un patrón de excelencia en los entrenamientos y en las competiciones en las que participen.
