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CELTA

El Celta perdió en la tanda de penaltis

El Celta brindó una muy buena imagen en el debut ante su público en el Trofeo Ciudad de Vigo, pero no pudo demostrar su superioridad sobre el campo en el marcador final. El partido se decidió en la tanda de penaltis a favor de un Sporting que tan sólo se mostró mejor que el conjunto celeste en esta llamada lotería.

Actualizado a
Cayó: El Celta brindó una buena imagen, pero no le acompañó la suerte.

El equipo celeste comenzó el partido con muchas ganas de demostrar a su público lo que puede ser capaz de hacer esta temporada. Este bloque, pese a las importantes bajas de Mostovoi, Karpin y Maurice, que no pudieron jugar ayer por lesiones, sabe jugar al fútbol con el balón en sus pies y cuando todos esperaban ver juntos en el campo al Zar y a Boban, surgió un especial entendimiento entre el croata y Gustavo López que trajo en jaque a una débil defensa portuguesa durante la primera mitad. Ambos futbolistas explotaron todo su juego en la banda izquierda. Boban dividía a la defensa, el argentino profundizaba hasta la línea de fondo y sus centros casi nunca encontraban rematador. Así, una y otra vez. Y es que, si de algo adoleció este Celta en la noche de ayer fue de gol. El ritmo y el balón eran del conjunto celeste y los hombres de Boloni se dedicaban a capear el temporal como buenamente podían. El público de Balaídos esperaba el tanto que diera a los hombres de Víctor Fernández el dominio en el marcador que ya habían mostrado sobre el campo. Y a punto estuvo de llegar en el minuto 32, cuando en la enésima entrada por la izquierda de Gustavo López éste centró al área, donde Catanha sirvió con el pecho un preciso pase que Giovanella estrelló en el larguero.

En el segundo tiempo el técnico del cuadro vigués realizó varios cambios. Jesuli y Vagner salieron para ocupar la banda derecha y sorprendió a todos al situar al brasileño como falso lateral. El equipo ganó mucha frescura por una banda derecha que apenas había sido utilizada en la primera mitad, pero seguía sin provocar ocasiones claras de gol.

Poco a poco, y según pasaban los minutos, el cansancio se notó mucho en ambos conjuntos, pero especialmente en un Celta que se quedó sin ideas tras la salida de López. Ya los últimos minutos, y con un once sobre el campo irrepetible puesto que jugaban cuatro mediocentros y dos delanteros, el encuentro se trabó muchísimo debido a que el Celta insistió una y otra vez en entrar por el centro ante una ordenada defensa portuguesa. Finalmente, el partido se tuvo que resolver en la tan injusta tanda de penaltis.