La "fiera francesa" en el Bernabéu

Con esas medidas sería un buen central, pero no, Vieira es el medio centro del Arsenal y de la selección francesa. Crea y destruye. Impresiona por su juego y por su planta.

Nacido en Dakar (Senegal), a los pocos años emigró a Francia. Su primer club fue el Cannes, con el que debutó en Primera División en 1993 con sólo 17 años. Curiosamente, el mismo club en el que se inició Zidane. En su segunda temporada ya era el capitán, y con 18 años se convirtió en el capitán más joven de la historia de la Liga francesa.

Vieira destacó rápidamente en el Cannes y su nombre se dejaba oír por Europa. Fabio Capello, entonces entrenador del Milán, solicitó de inmediato su fichaje. Silvio Berlusconi pagó 700 millones de pesetas al Cannes para que Vieira se incorporara en julio de 1996 al Milán. Pero fue tal la insistencia de Capello que Berlusconi tuvo que pagar 100 millones más para que el senegalés llegara en diciembre de 1995, a mitad de temporada. Incomprensiblemente, Vieira sólo jugó dos partidos y fue declarado transferible al final de temporada.

Había sido fichado como si fuese un diós y a los siete meses salía por la puerta de atrás. Ese mal momento le vino acompañado de otra desgracia, una lesión de ligamentos que le dejó fuera de la selección francesa que iba a disputar en Atlanta los Juegos Olímpicos. Fue la mayor decepción en su carrera futbolística.

En 1996, afortunadamente para él, Arsene Wenger ficha por el Arsenal y lo primero que hace el entrenador francés es pedir la contratación de Vieira. El Arsenal pagó al Milán cuatro millones de libras (1.100 millones de pesetas).

Y es en Highbury donde renace el mejor Vieira. Se hace titular e indiscutible hasta hoy, siendo el capitán cuando no está el legendario Tony Adams. En 1998 ganó la Liga y la Copa de Inglaterra. Y a los logros con los gunners comenzó a sumar los títulos de campeón del Mundo y de Europa con Francia.

Esta temporada ha sido elegido el mejor jugador de la Premier League.