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REAL MADRID

Y por fin cumplirá su sueño de jugar en el Bernabéu

Zidane vio cumplido ayer su sueño de pertenecer al Real Madrid. Un deseo, una esperanza hecha realidad que le tenía obsesionado en los últimos meses. Desde que en abril se destapara que el francés era el objetivo prioritario de Florentino Pérez, Zidane ha convivido con la rumorología, con el asedio mediático y ha soportado en silencio su inquietud hasta que la Juventus ha dado el consentimiento.

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Cuando hace un año Florentino Pérez dijo en su campaña electoral que en el Madrid jugarían los mejores futbolistas del mundo, Zidane ya entendió que ese guiño del hoy presidente madridista también iba dirigido a él, no sólo a Figo. A los pocos días recibió la confirmación por boca del hermano de Florentino Pérez, que se reunió en Marsella con Alain Migliaccio, representante del jugador. Entonces el acuerdo fue imposible por la discrepancia con los derechos de imagen. Pero la declaración de amor quedó hecha y que Zidane acabara en el Real Madrid era cuestión de tiempo. Un año después ya es realidad.

Zidane ha estado siempre al día de la ofensiva del Real Madrid por su fichaje, pero lo ha sabido disimular con su caracter impasible. Jugaba con la Juventus pero pensaba en el Madrid, aunque nada hacía pensar que así fuese. Su comportamiento en el campo ha sido ejemplar y se ha entregado a la Juventus. Hasta la última jornada de la Liga italiana peleó por el título. No pudo ganar el scudetto pero dejó a la Juve segunda y clasificada para la Champions.

Su último partido con la Juventus fue el 17 de junio. La Juventus ganó 2-1 al Atalanta y al finalizar el encuentro Zidane, siempre con Del Piero a su lado, se despidió de los tifosi bianconeri. Zidane recorrió el campo saludando a la grada. Lo que parecía un hasta luego, un nos vemos al comienzo de la siguiente temporada, llevaba implícito un adiós que sólo el francés sabía.

La decisión de poner fin a su etapa de cinco años en la Juventus rondaba en la cabeza de Zidane meses atrás, muy influenciado también por el deseo continuado de su mujer Veronique de venir a España. A pesar de vivir en Turín, la ciudad más cercana a Francia, Veronique quería abandonar Italia y mudarse a Madrid para estar así más cerca de El Chive, un pueblecito de Almería donde reside su abuela y donde la familia Zidane suele pasar siempre unos días en verano.

En el mes de abril, AS destapa que el objetivo prioritario del Real Madrid para el año de su Centenario es Zidane. El francés formando equipo con Raúl, Figo, Roberto Carlos.... Curiosamente, una semana después coinciden Raúl y Zidane en Milán para grabar un anuncio publicitario de la marca deportiva que patrocina a ambos jugadores. Emanan las suspicacias, sobre todo, al ver lo bien que congeniaron los dos cracks.

Agnelli trata convencerle

En mayo y junio, Zidane es portada permanente en los periódicos españoles e italianos. Su mutismo es un claro síntoma de que algo hay de cierto en todas las informaciones que hablan de su fichaje por el Madrid. La Juventus comenzó a intranquilizarse porque de la boca del jugador no salían las palabras que deseaban oir, algo así como "no me iré de la Juventus". Al contrario, lo que sí se oyó fue: "Me gustaría jugar en la Liga española".

A Giovanni Agnelli, il patrone de la Juventus, no le quedó más remedio que salir públicamente a decir que "Zidane no está en venta". Pero de su mensaje tranquilizador a los aficionados no estaba convencido ni él mismo, perfecto conocedor de las ansias de Zidane por marcharse. De hecho, el 5 de junio, Giovanni Agnelli se personó en el entrenamiento de la Juventus, algo inusual. Pretendía convencer en persona al francés hablándole de un nuevo proyecto, de una gran Juve, de títulos.... No tuvo éxito y entonces fue cuando se cercioró de que tenía perdido a Zidane.

Finalizada la temporada, Zidane inició sus vacaciones. Cogió a su mujer y a sus dos hijos y se marchó a los mares de Tahití, a disfrutar de la Polinesia y de los encantos de Bora Bora. En Europa, Alain Migliaccio hacía el trabajo. Durante las dos últimas semanas se han celebrado reuniones secretas entre Jorge Valdano, Florentino Pérez y el representante del jugador. Los contactos se sucedían con Zidane al corriente de todo a miles de kilómetros de distancia.

Piropos de Valdano

Nadie llegó a reconocer públicamente las negociaciones, pero tanto Florentino Pérez como Jorge Valdano ya no ocultaban el interés por Zidane. Valdano, en varias declaraciones, piropeó al jugador, hablando lindezas de él tales como "Zidane es de los tres mejores futbolistas del mundo" o "Zidane es de los pocos que se puede decir que no presenta ninguna duda como jugador".

El francés recogía con agrado las alabanzas. "Es un honor que Valdano hable bien de mí". Los coqueteos verbales entre Real Madrid y Zidane eran mensajes subliminales en medio de la guerra abierta en Turín, con los tifosi exigiendo que el club prohibiera la venta de su jugador más admirado.

Desde Bora Bora, Yasid, como le llaman a Zidane en familia, decidió sincerarse y por primera vez soltó al mundo lo que todos los madridistas ansiaban oir. "Quiero irme al Real Madrid".

El detonante de sus declaraciones hizo que la Juventus se planteara la salida del francés como algo irremediable. Las palabras de Luciano Moggi, director general de la Juventus, que defendía que Zidane era "intocable" ya no tenían sentido ni validez. Después de varias reuniones, la más importante hace ocho días en Lugano (Suiza), el pasado miércoles ambos clubes acordaron el traspaso de Zinedine Zidane por 11.500 millones de pesetas.

Desde ayer Zidane ya es del Real Madrid y ve realizado su segundo gran sueño. Zizou era un admirador reconocido de Enzo Francescoli y soñaba con jugar a su lado. "En 1996 se cumplió mi sueño al enfrentarme a él en la Copa Intercontinental. Yo en la Juve y él, en River Plate", reconoció el francés. Cumplido su mayor deseo, se marcó otro objetivo: jugar algún día en el Madrid.

El mejor club del Siglo XX ya tiene al mejor jugador del mundo. Una persona que vive entregada a su profesión. El secreto de su éxito está en que disfruta ejercitándola. "No quiero que terminen los partidos, no quiero que se paren nunca. Por eso muchas veces salgo corriendo a por el balón cuando ha salido de banda. Lo hago porque no quiero dejar de jugar". A partir ahora, el Bernabéu será el escenario donde derroche sus ansias.