Este hombre crea exoesqueletos con materiales que encuentra por la calle

Conocido como el "Transformer de Brooklyn", Peter Kokis se ha convertido en una figura muy reconocible en Nueva York, gracias a un arsenal de impresionantes exoesqueletos robóticos hechos de todo tipo de objetos cotidianos.

Ex piloto militar, Peter Kokis comenzó a hacer sus ahora famosos exoesqueletos después de bromear con una ex novia. En un momento dado, durante una conversación, ella le dijo "estás demasiado rígido, necesitas relajarte y hacer algo raro", y él decidió que tenía razón. Usando su experiencia en la aviación, empezó a juntar las cosas que tenía en casa en un impresionante exoesqueleto que se conoció como Squid Boy. Pero eso fue sólo el principio, ya que con los años hizo trajes inspirados en Transformers, The Terminator o los Xenomorphos de Alien.

El artista de Brooklyn construye sus trajes de robot con materiales 100% reciclados, a veces recuperados de la basura. Algunos incluyen artículos al azar como coladores, peladores de huevos, soportes de papel higiénico o desagües de cocina.

"En realidad uso mi experiencia en aviación para construir mis robots", le dijo a Pix11. "Así que les hago modificaciones y los hago modulares para poder actualizarlos".

Peter Kokis tiene actualmente nueve exoesqueletos únicos, algunos de los cuales pesan tanto como él. Pero no es el peso lo que hace que sean difíciles de llevar en verano, sino el calor que se acumula en su interior. Para ello, entrena su cuerpo trabajando en su casa con todas las ventanas cerradas y sin aire acondicionado en los calurosos días de verano. Alex y Aaron Craig, que cubrieron el trabajo de Peter en su corto documental One Man's Trash, lo descubrieron de la manera más dura.

"Hacía fácilmente 50 grados dentro de su casa", los hermanos Craig le dijeron a The Atlantic. "Estábamos empapados de sudor mientras filmábamos, pero él estaba perfectamente cómodo. Lo hace para tener su cuerpo preparado para el calor cuando está dentro de los trajes de 150 kilos".

Pero Kokis, que construyó todo su impresionante exoesqueleto en la mesa de su cocina, ha sacrificado más que la comodidad por su pasión. Ha renunciado a las relaciones románticas después de que su novia, la misma que le incitó a hacer cosas nuevas, le pidiera que eligiera entre su pasión o ella.