Series míticas

Fernando Tejero rememora las mejores anécdotas del rodaje de 'Aquí no hay quien viva'

El actor asistió como invitado a 'Zapeando' y, entre otras cosas, ha contado la sorpresa que se llevó cuando vio desnudo a Eduardo Gómez.

Emilio (Fernando Tejero), portero del edificio de Desengaño 21, siempre se avergonzaba de su padre. Y tenía razones. Mariano (Eduardo Gómez) estaba convencido de que tenía un cuerpo de escándalo y una mente privilegiada y, cuando se metió a vivir junto a su hijo de forma ilegal en ese cuchitril que tenían como portería, no tuvo reparo alguno en que todo el vecindario le viera como llegó al mundo. Al menos Vicenta se llevó una alegría.

Sin embargo, Emilio, que quería a su padre tanto como le desesperaba, se aterrorizaba cada vez que aquel hombre que se denominaba a sí mismo metrosexual aparecía desnudo en el rellano. Pues bien, años después del final de 'Aquí no hay quien viva', nos hemos enterado de que la primera vez que Mariano apareció desnudo (recordadle con sartén en mano y ausente de vergüenza), dio a todos una sorpresa inesperada.

Así lo rememora ahora Fernando Tejero en 'Zapeando', el programa de La Sexta: "No se me olvidará que aparecía desnudo con una sartén, en un momento se quitó la sartén y dije, 'pero qué está pasando'. Entre esas piernecitas y que tenía ahí el almuerzo de un león, dije 'pero ¿y esta naturaleza?", bromea. Parece ser que finalmente Mariano sí podía presumir de bajera.

Las largas horas de rodaje de 'ANHQV'

Mucho se ha comentado lo intenso que fue el rodaje de 'Aquí no hay quien viva'. La serie era un auténtico triunfo en Antena 3, pero el trabajo de los guionistas (que no era poco, teniendo en cuenta la cantidad de diálogos humorísticos) y el de actores que tenían que memorizar páginas y páginas en pocos días, hizo que el equipo viviera bajo demasiada presión y que algunos de los participantes como Loles León (que interpretaba a Paloma) abandonaran la serie.

Pero cuando uno lo ve en perspectiva se lo puede tomar con humor. Al menos así lo ha demostrado Fernando Tejero, que ha contado otra de las anécdotas que vivió durante el rodaje. Y es que en una de las últimas secuencias, cuando grababan 18 o 19 horas al día, el actor tuvo un momento complicado.

"Había una secuencia que estábamos en un bar con toda la figuración y llega un punto que estás agotado y la cabeza no te da para más y yo me equivocaba y me equivocaba... Me miraban todos con unas caras. Tenía un parrafazo histórico y cuando parecía que ya lo iba a decir, me equivoqué en la última frase. Dijeron todos: 'Ohh'. Me dio un ataque de risa que ya ni para delante y para detrás", cuenta ahora.

Eso sí, también reconoce que el rodaje de la ficción le dio más alegrías que disgustos. "Era gente con la que me lo pasaba muy bien".