Cine

Winona Ryder desvela que Keanu Reeves la defendió durante el rodaje de 'Drácula'

Francis Ford Coppola, director de 'Drácula de Bram Stoker' (1992), pidió a los actores que insultaran a Winona Ryder, pero Keanu Reeves se negó.

Bien es sabido que los actores Keanu Reeves y Winona Ryder son buenos amigos. También sabemos que Keanu Reeves siempre es uno de los actores más venerados por el público. Y no por sus dotes para la interpretación, que también, sino por la sencillez que desprende en las entrevistas y las veces que se le ha visto fuera del ámbito profesional.

Lo que no todos saben es que la amistad de ambos comenzó a forjarse durante el rodaje de 'Drácula de Bram Stoker' (1992), la película de Francis Ford Coppola que fue un éxito tanto en taquilla como para la crítica profesional.

Todo comenzó cuando en una de las escenas el Conde Dracula, interpretado por Gary Oldman, se convertía en un montón de ratas. Winona Ryder tenía que asustarse durante el rodaje y acabar llorando, así que Coppola, siempre tan ambicioso, pensó que sería buena idea que la insultaran para que la actriz se viniera abajo.

Coppola pidió a los actores que la insultaran, pero no lo consiguió

El director comenzó a gritarle cosas como "¡Puta!", pero no funcionó y pidió al resto de actores que se encontraban en el rodaje que hicieran lo mismo. Sin embargo, tampoco tuvo éxito. Así lo cuenta en una entrevista reciente a The Sunday Times:

"Para ponerlo en contexto, se suponía que tenía que estar llorando. Literalmente, Richard E. Grant, Anthony Hopkins, Keanu Reeves... Francis estaba intentando que todos me gritasen cosas para hacerme llorar, pero Keanu no lo hizo, Anthony tampoco. Simplemente no funcionó, fue en plan '¿de verdad?' Más bien hizo lo contrario", cuenta la actriz.

Winona Ryder y Francis Ford Coppola en 'Drácula de Bram Stoker'

Así fue como nació la amistad entre Ryder y Reeves (y no con Coppola, relación que tardaría años en recomponerse). De hecho volvimos a ver a los actores juntos en películas como 'A Scanner Darkly (Una mirada a la oscuridad)' de Richard Linklater o 'La vida privada de Pippa Lee' de Rebecca Miller.