NOSTALGIA AL PODER

Estos son los productos que todo niño comía y bebía en los 90 y que te pondrán nostálgico

Desde el Tang hasta los Monchitos pasando por las cantimploras Zumrock o los polos Drácula

Raquel Cano

Los niños que nos críamos en los 90 disfrutamos de una serie de productos alimenticios que nos han hecho ser quién hoy en día somos. Por eso y como la nostalgia noventera no pasa de moda hemos decidido recopilar algunos de esos productos que nos pirraban de pequeños y que con el paso del tiempo no hemos podido olvidar.

Chicles Boomer

Los Boomer no solo estaban bien de precio -los éxoticos Bubaloo eran dos veces más caros- sino que tenían una variedad casi infinita de sabores y además podías comprar el kilométrico Boomer, una cinta de chicle que no se te acababa en una semana por lo menos. Además, la imagen del señor Boomer es demasiado icónica.

Cantimploras Zumrok

También conocidas como 'las cantimploras de rascar', no solo tenías un agradable líquido de diferentes sabores sino que su éxito radicaba en el rasca y gana que tenías en la parte superior de la cantimplora. Te dejabas la uña gris rascando y podías ganar diferentes premios aunque lo más normal es que tu mayor logro fuese que te tocase otra cantimplora gratis. Vamos, como el Rasca y Gana de la ONCE pero a pequeña escala.

Tang

Este refresco fue la primera adicción de muchos niños que ahora son adultos. Estos sobres de diferentes sabores se disolvían en agua y eran un auténtico manjar. En algunos campamentos infantiles se llegaron incluso a prohibir porque el furor con los dichosos polvos era demasiado. El Tang es sinónimo de veranos y meriendas con tus abuelos. Es imposible no mirar atrás y no ser feliz recordando este producto.

Monchitos

Frutos Secos El Rincón

Uno de los snacks más ricos y adictivos del mercado en los 90 eran los Monchitos. Son tan buenos que algunos los seguimos comprando en alguna que otra tienda de alimentación. Arroz inflado con sabor a jamón aunque realmente saber a jamón no sabía mucho. También es famoso por ofertar miles de premios aunque lo cierto es que nunca conocimos a nadie que ganase nada comprándose Monchitos.

Polos Drácula

El helado soñado. Una mezcla de cola, vainilla y fresa. El helado definitivo y su éxito tiene mucho más mérito ya que a diferencia del Frigopie o el Calippo no tuvo ningún tipo de presencia mediática en televisión pero se convirtió en el favorito de los niños. A día de hoy se venden 'copias' de Polos Drácula en algunos supermercados y suelen volar. La gente quiere volver siempre al momento donde fue feliz.

Petit Suisse

El postre favorito de los niños en los 90 estaba hecho de queso fresco sin sal. Era suave y cremoso y tenía sabor a freso. Si querías crecer y querías ser el más alto de la clase tenías que tomar Petit Suisse. Y lo cierto es que era un producto muy equilibrado y más nutritivo que muchos otros postres repletos de azúcares y que pueden afectar a la aparición de excesivo colesterol. Además, si los congelabas y ponías una cuchara en medio tenías un rico helado. Eso sí, el que escribe este artículo se comió unos cuántos pero no llegó al 1,70 de estatura.