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Vuelven las críticas a Pablo Motos por su entrevista a Lydia Valentín

El presentador de El Hormiguero insistió en preguntar a la medallista olímpica por su vida amorosa, algo que no sentó muy bien en Twitter.

Este martes El Hormiguero tuvo como invitada a Lydia Valentín, bronce en Río de Janeiro y que esta misma semana ha recibido, 10 años después, su medalla de plata de Pekín 2008 después de que fueran descalificadas por dopaje las competidoras que le precedieron en el podio.

La halterófila leonesa acudió al programa precisamente por esto, y buena parte de la entrevista circuló en torno a sus tiempos de preparación y entrenamiento, que como en todo atleta, se basa en duras rutinas de gimnasio. Así las cosas, Motos tuvo a bien preguntar a Valentín por su vida amorosa, una pregunta que hasta cierto punto puede pasar dentro de los contenidos distendidos del programa, pero que en Twitter devolvió las críticas al presentador debido a su insistencia.

"¿Pero no te da tiempo a enamorarte?", le preguntó Motos después de que Valentín relatara su rutina, basada en jornadas de seis horas de entrenamiento, descanso y tiempo para cuidarse. "¿Entonces si estás en el primer nivel, en clase A, el mundo de la pareja es secundario?", insistió el presentador, ante lo que la berciana respondió: "Yo ahora mismo tengo unas prioridades importantísimas que son centrar toda mi atención hasta Tokio 2020, que quedan dos años y medio. Lo demás puede esperar", en una respuesta que fue aplaudida por muchos.

Algunos tuiteros pusieron de manifiesto que Valentín estuvo visiblemente molesta durante la entrevista, a pesar de su constancia a la hora de salir de los temas amorosos, sobre los que Motos volvía. "Estoy flipando, estoy poniéndome en tu lugar, viéndome a mí en tu lugar haciendo una sentadilla con muchísimo peso y una chica guapísima que viene, me mira y me sonríe, y entonces yo acabo el peso y digo 'me he enamorado', por ejemplo", volvió el presentador.

Al final de la noche en Twitter se saldó con una crítica más hacia el presentador, que en cierto modo parece no aprender o no querer escuchar estas críticas que le acusan de dirigir las entrevistas con mujeres siempre hacia el lado amoroso.