Cine

Cómo Jason Momoa acabó cambiando el personaje de Aquaman

El actor acabó llegando al personaje de rebote, pero consiguió que cambiara radicalmente de su aparición en los cómics.

La Liga de la Justicia lleva unos días en los cines recogiendo opiniones encontradas. Hay gente a la que le gusta, y otros a los que no. Pero sin duda alguna la película toma un matiz especial por presentar por primera vez a Jason Momoa en el papel de Aquaman, el héroe de DC que domina los mares casi a lo Neptuno.

Momoa, convertido en una estrella tras su interpretación como Khal Drogo en Juego de Tronos, cuenta en esta entrevista a BBC Radio 1 cómo fue su llegada al personaje, que no fue ni mucho menos directa.

Zack Snyder, el director de la cinta, le hizo leer primero unas líneas del papel de Batman, pese a estar Ben Affleck ya contratado. "Me di cuenta que no era para mí y que no sabía qué estaban probando", sostiene el actor.

La idea fundamental era que Snyder quería que Momoa participara en la película, pero no tenía claro con qué papel. Se pensó en que hiciera de villano, después del personaje de Lobo, un extraterrestre del Universo DC que recuerda en algunas cosas a Lobezno, y finalmente se dio con el adecuado: Aquaman.

El problema, es que como cuenta Momoa, el Aquaman que tenía él en la cabeza era el de los cómics: un tipo rubio y blanco que vestía de verde y naranja. Muy hortera, en definitiva.

Finalmente decidieron dar una vuelta de tuerca total al personaje, dando peso a los tatuajes como parte de su 'uniforme' y cambiando radicalmente su apariencia, en cierto modo siguiendo con la estética de Drogo, algo que parece haber funcionado a la perfección con la reinvención del Aquaman de Momoa.