Los ‘epic fails’ de Higuaín que la Juventus no quiere ni ver

El fútbol se configura a base de extrañas certezas místicas. Italia es el hueso más correoso, Alemania gana y vuelve a ganar, el Atlético se queda en la orilla y Gonzalo Higuaín siempre falla en los momentos clave. Estas normas no siempre se cumplen, pero lo hacen con una frecuencia preocupantemente alta para los abonados a la mala suerte. El flamante delantero de la Juventus, llegado de Nápoles a cambio de unos insignificantes 90 millones de euros, es cofrade de la Hermandad del Gato Negro y el Espejo Roto.

El que fuera delantero del Real Madrid, héroe con Capello, puntal con Schuster y eterna competencia de Benzema, ha fallado más que una escopeta de ferias en momentos marcados con 'fosforito' en su carrera deportiva. Sí, es el máximo goleador en una sola temporada en la historia del Calcio. Sí, marcó el gol que le dio al Madrid la Liga de Schuster. Sí, es un devorador de porteros. Sin embargo, sus errores en momentos clave son tan memorables que no los podemos olvidar.

El peor de todos, ante Neuer en la final del Mundial

24 años después, Argentina encaraba una final mundialista en 2014. La albiceleste, aquel día de azul oscuro, venía crecida, preparada para el asalto final. Había ganado a Holanda en semifinales, con Alemania como última frontera. En la primera parte, el delantero argentino recogió un balón para situarse solo ante Neuer. Apenas tenía oposición, pero el cuero salió de su bota como una gallina de un corral. No hubo gol y Götze acabó decidiendo.

Doble error en Copa América

Las naciones americanas se han citado durante dos veranos seguidos para dirimir cuál es la mejor. Argentina ha llegado a ambas finales, con destino igualmente aciago. En 2015, Chile venció como anfitriona. En el partido final, a Higuaín se le hizo de noche. Falló una ocasión cantada ante Claudio Bravo tras recibir el pase de Lavezzi y marró desde los once metros en la tanda de penaltis.

Este verano, en la Copa Centenario, el argentino no protagonizó el peor error del partido. Ese 'honor' se lo llevó Messi, con su pena máxima fallada tras la prórroga. El 'Pipita' falló antes, en una ocasión clarísima tras un error de Medel. De nuevo, Claudio Bravo se le hizo grande y Chile volvió a salir victoriosa.

Ese terrible palo en octavos de Champions

Hubo un tiempo en el que el Real Madrid no lograba pasar de octavos final de la Champions League. En el último año de aquella maldición, curada por Mourinho en 2011, Higuaín fue protagonista ante el Olympique de Lyon. El delantero mandó al palo el balón de forma inexplicable cuando ni siquiera había un portero para defender el arco. Tuvo menos sentido que el parabrisas de un submarino. Los de Pellegrini acabaron empatando el partido, lo que les expulsó de la Champions por la derrota en la ida.

Naufragio ante Pinto

Y otra vez. Dos años después, el argentino nacido en Francia hizo de las suyas en el Camp Nou. Los merengues afrontaban los cuartos de final de Copa del Rey ante el Barça. El año anterior, los catalanes alzaron Liga y Champions, pero los de Mourinho lograron la competición más monárquica. Tenían intención de defender el título, pero el Barça ganó gracias a sus aciertos y, también, por los errores merengues. Entre ellos, se encuentra el mano a mano que Higuaín marró ante Pinto con todo a favor a los siete segundos de partido. El Madrid acabó empatando, pagando su derrota en la ida con la eliminación.

Fallida semifinal ante el Dortmund

Un curso después, la maldición de Gonzalo renació en Champions League. El delantero falló varias ocasiones durante la vuelta de las semifinales ante el Borussia Dortmund. Los alemanes se impusieron en la idea gracias a cuatro goles de Lewandowski, pero el Madrid no perdía la esperanza. En los primeros compases del choque, el argentino falló un mano a mano ante el portero. Después, llegaron dos goles blancos finalmente inútiles.

Nápoles sin Champions

En los últimos compases de la temporada 2014/15, el Nápoles de Benítez acariciaba la clasificación para la Champions League con la punta de los dedos. Se disputaba la plaza con la Lazio, rival a batir para acceder a la máxima competición continental. El punta hizo dos tantos. Sin embargo, se recuerda ese partido por el penalti que falló. Habría supuesto la victoria napolitana. Los romanos acabaron dándole la vuelta al marcador.

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