¿Por qué es importante la barrera de los 35.200 euros en la declaración de la Renta 2022-23?

Desde este 11 de abril y hasta el próximo 30 de junio, los contribuyentes españoles tienen de plazo para presentar ante la Agencia Tributaria la Declaración de la Renta 2022, en la que deben presentar todas sus ganancias y bienes correspondientes al año pasado.

Mediante esta Declaración, se presenta el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que grava la renta obtenida a lo largo de un año por los contribuyentes. Además, se trata de un impuesto progresivo y que funciona por tramos; es decir, va aumentando según lo hacen los ingresos. Para calcular cuánto hay que pagar en función del salario que se devenga, hay tramos de IRPF en los que se aplica un porcentaje distinto.

El porcentaje final que se paga de este impuesto está dividido en dos tramos: el estatal, que se destina al Gobierno, y el autonómico, que lo reciben las comunidades autónomas. Sin embargo, hay dos comunidades autónomas que tienen las competencias fiscales transferidas por el Estado, y no tienen que aplicar un tipo estatal y otro autonómico. Estas comunidades son País Vasco y Navarra.

¿Qué sucede a partir de los 35.200 euros?

A partir de esta cifra de ingresos anuales, y para aquellas personas que presenten unas ganancias que oscilen entre los 35.200 euros y los 60.000 euros, comienza el cuarto tramo de IRPF. A diferencia de los tramos anteriores, el tipo estatal y autonómico es mayor (18,5% cada uno). De esta manera, se pasa de un tipo general del 30%, a un porcentaje del 37%.

Se trata de una retención aplicable a las rentas del trabajo, en las que se incluyen diferentes ganancias como los sueldos y salarios, los rendimientos del capital inmobiliario como alquileres, los ingresos obtenidos por los trabajadores autónomos durante el desempeño de su actividad profesional y los ingresos obtenidos por las pensiones.