Licenciado en Medicina por la Universidad de Navarra, especializado en Medicina Interna, Inmunología y Oncología Médica y Doctor Honoris Causa por la Universidad del Zulia, Venezuela, el doctor Melchor Álvarez de Mon, Catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá y Jefe del Servicio de Enfermedades del Sistema Inmune y Oncología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, nos cuenta a Diario AS desde Mallorca, en un evento titulado “Lo importante, la salud”, organizado por los laboratorios Cantabria Labs, donde participaba también Rafa Nadal, cómo podemos cuidarnos tras habernos contagiado de COVID.

¿Cómo podemos mejorar el sistema inmune tras haber pasado una infección por COVID?

La verdad es que la agresión del sistema inmune tras la exposición y sufrir una infección por SARS-CoV-2, es importante. La recuperación de la capacidad funcional de este gran mecanismo de defensa que es el sistema inmune, es esencial, porque su alteración, puede producir a predisposición a otras infecciones, o generar un malestar inflamatorio crónico, como la astenia, los dolores articulares… es clave recuperarlo. No me cansará de insistir que esta consecución de un equilibrio del sistema inmune, intervienen muchos factores.

Primero, la dieta mediterránea, la ingesta de vegetales y pescados esenciales, ácidos grasos poliinsaturados, juegan un papel muy importante. Segundo, el sueño es muy importante. Padecer falta de sueño provoca graves alteraciones, neurológicas, inmunológicas, pero también es esencial el estado de salud mental.

Las alteraciones del sistema inmune llevan a ansiedad, son causas de depresión. Lograr un equilibrio emocional, poner los medios para los objetivos que uno tiene, estas pequeñas satisfacciones de la vida, son esenciales y son muy importantes, para cuidar el sistema inmune. Y también el peso.

Los gordos, siempre se han dicho que son personas inflamadas, y esto es un estado de activación inadecuada del sistema inmune. También buscar el peso adecuado es un gran elemento para conseguir la recuperación del sistema inmune. Si se ha perdido peso, ganarlo. Y si se ha ganado, aumentar la actividad física y reducir la ingesta. Esa actividad puede ser deporte para algunas personas, o caminar para otros.

¿Cómo es el trabajo diario de un inmunólogo hoy en día, con esta pandemia que a nivel científico es ‘tan apasionante’?

Creo que hay muchos perfiles de inmunólogos, hay perfiles de laboratorios, experimental, la cantidad de preguntas que ha planteado la COVID-19 es enorme. Otros compañeros están más en la traslación de los resultados a la clínica, comprender la predisposición de las personas a padecerá, cómo tratar la enfermedad… La asistencia en la investigación son grandes fuentes de ilusión, entrega, motivación. En estos últimos dos años las personas que tienen especial dedicación al sistema inmune están teniendo una aplicación más de su trabajo hacia la resolución de un gran problema.

El primer momento en que uno se encuentra con un virus tipo SARS en su momento, o SARS-CoV-2 ahora, ¿cómo es?

Qué difícil pregunta… Es miedo. Encontrarte contra un virus que llega a una sociedad, que puede provocar la muerte de las personas, que se transmite, y que al principio no sabes ni cómo, ni teníamos el equipamiento... Seamos sinceros, es miedo. Se supera por el sentido de la responsabilidad profesional de médicos, enfermeras, auxiliares, celadores... yo lo que he vivido en mi hospital es entrega completa. No te negaré que con miedo.

Hasta que vas consiguiendo los mecanismos que te protegen, hay incertidumbre. Miedo de llevar el virus a casa, a los padres, a los hijos. Pero todo esto estimula la investigación, el afán de trabajo, el gran mecanismo de las sociedades en la superación, del conocimiento y de las condiciones adversas. El ser humano se ha adaptado al polo norte, la selva, el desierto… esa capacidad d encontrar motivos para sobrevivir, para atender a los pacientes, son los afanes que superan el miedo.

Viendo la situación actual, ¿Ómicron puede ser la última gran ola?

Ojalá, lo deseo. Cupieran muchas posibilidades de que sea la última gran ola. Pero tenemos un problema, hay mucha población en el mundo no vacunada. Tanto en el mundo occidental, como de personas que no están vacunadas involuntariamente porque no han tenido acceso. Esas grandes masas de población, sigue habiendo un riesgo inevitable a que surja otra variante.

Ahora mismo, con una gran tasa de población que ha sufrido la infección, durante estos dos años, esperamos, que cada vez sea más improbable. Recuerda que una de las grandes victorias de la humanidad ha sido la vacuna de la viruela, de la polio. Infecciones que mataban a muchas personas, han sido ganadas gracias a la vacuna. Cuánto debemos a las vacunas, no me cansaré de defender y apoyar las vacunas frente a la COVID-19.

¿La cesta de la compra es nuestro mejor aliado para proteger nuestra salud, o mejor si le ayudamos con vitaminas?

La cesta de la compra es un gran aliado. No tiene nada que ver con comer básicamente muchos productos precocinados con base de hidratos y grasas, a comer proteínas de origen vegetal, animal, verduras... La dieta mediterránea de toda la vida, la verdura, las legumbres, la carne y el pescado, la fruta… son elementos esenciales, por tanto la dieta es clave. Sobre la necesidad de suplementos, depende de cada uno, pero insisto, la cesta de la compra es clave. 

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Nadal, y su relación con la salud

Precisamente sobre hábitos de salud, el tenista Rafa Nadal nos quiso mandar un mensaje de concienciación, "como nos han explicado los expertos, tenemos que cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente. Con el deporte conseguimos mucho de esto en ambos sentidos. Tenemos que conseguir incorporar el ejercicio diario a nuestra rutina para cuidar de lo importante, la salud".

En cuanto sus hábitos diarios comentó: “hacer deporte es el hábito que más me gusta, lógicamente, porque es mi vida, mi profesión. Quizás la dieta y el descanso son los hábitos que más me cuesta mantener a raya, pero hago todo lo posible por que así sea".