¿Canícula de verano? Los consejos de la DGT para conducir con calor extremo
Las altas temperaturas incrementan la probabilidad de accidente un 20% más de lo habitual, y afecta a conductores, a carreteras e incluso a los vehículos.
El pasado día 15 de julio la canícula, el período más caluroso del año, aterrizó en España con altas temperaturas que se extenderán hasta el próximo 15 de agosto. Ese es el periodo estimado de este fenómeno, en el que se producen la mayoría de las olas de calor. Este abrasador temporal, también conocido como sequía de medio verano, puede elevar las temperaturas hasta 3ºC por encima del promedio histórico.
Con la llegada del verano también aumentan los desplazamientos por carretera. Según los datos ofrecidos por Acierto.com, 4 de cada 5 viajeros se quedarán en España este verano y 9 de cada 10 recurrirán al coche para desplazarse. La combinación de viaje, coche y calor puede resultar algo peligrosa, por lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado una serie de recomendaciones para conducir con altas temperaturas.
Un 20% más de posibilidad de sufrir un accidente
Según la DGT, el calor aumenta la sensación de fatiga en las personas y la capacidad de reacción se ve disminuida, por lo que la probabilidad de sufrir un accidente aumenta un 20%. Además, al conducir con unos 35ºC, dejamos de percibir entre el 10% y el 20% de las señales de tráfico y aumenta la agresividad y el nerviosismo de los conductores.
De acuerdo con LaSexta, es necesario mantener la temperatura del interior del coche “dentro de unos márgenes adecuados”. Por ello, es recomendable salir con cinco minutos de antelación y ventilar el vehículo antes de comenzar a conducir abriendo las puertas y ventanas.
¿Cómo afecta a la carretera? ¿Y al coche?
El calor también afecta a la carretera, que puede dañar el asfalto, el desprendimiento del hormigón o incluso puede producir roturas en la calzada. Pero las altas temperaturas también tienen un efecto en el vehículo, que puede ver su potencia reducirse hasta un 15% menos de la habitual, además de afectar a la evaporación del líquido de frenos, lo que influye en el sistema de frenado.
Por otro lado, el calor provoca un desgaste 25% superior en los neumáticos, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un pinchazo; y también afecta a la pintura de la carrocería y a los plásticos del interior.
Según la aseguradora Acierto.com, hasta el 25% de los conductores no revisa el vehículo antes de iniciar un viaje y en torno al 60% no cambia los neumáticos a tiempo, acciones recomendadas antes de conducir un largo trayecto como lo son las vacaciones de verano.