SALUD

Confinamiento y salud visual: los problemas que tienen ahora nuestros ojos

Estar confinados ha hecho que los problemas en los ojos aumenten, no ver largas distancias, aumento del uso de pantallas, ojos secos que afectan a la visión periférica...

as.com

La implementación del teletrabajo en los adultos, las clases a través de plataformas educativas online para los niños y jóvenes, y la amplitud y diversidad de propuestas de ocio para todas las edades, y que en su mayor parte disfrutamos a través de los dispositivos electrónicos, han favorecido que hayamos pasado muchas horas delante de pantallas durante la fase de confinamiento en la crisis de la COVID-19.

Y ha tenido consecuencias para nuestros ojos. Muchos profesionales ya lo denominan como "síndrome del confinamiento" y tiene que ver con la sequedad de los ojos, que puede derivar en ver mal, perder hasta visión en algunas partes, todo relacionado con estar en casa y que no nos dé el aire, no mirar a lo lejos, etc...

Cuidado con el tiempo que dedicas a las pantallas

Es importante aclarar que las pantallas no son en absoluto dañinas para la vista. Se ha demostrado que las radiaciones que emiten no son capaces de dañar las estructuras oculares incluso tras períodos prolongados de exposición. Sin embargo, lo que sí puede ser perjudicial es el uso que hacemos de ellas, especialmente en relación con el tiempo que les dedicamos y las escasas precauciones que adoptamos para evitar la fatiga visual.

Es lo que nos cuenta a Deporte y Vida Rafael Pérez Cambrodí, doctor en Optometría y Ciencias de la Visión por la Universidad de Valencia. Además, es el coordinador académico del nuevo Master en Especialidades Optométricas que acaba de lanzar la Universidad Europea de Madrid en colaboración con CECOP, compañía global líder en la transformación del sector óptico presente en 9 países y con más de 4.500 asociados.

"En los adultos han podido agravarse los síntomas del conocido como Síndrome Visual Informático, condición que a grandes rasgos se caracteriza por sequedad ocular (aspereza o sensación de arenilla), enrojecimiento, picor, escozor, ardor y en ocasiones visión borrosa transitoria y cefalea asociada al esfuerzo visual".

Ante cualquiera de estos síntomas debemos evitar las situaciones que lo provocan o reducir el tiempo de exposición a los dispositivos electrónicos, y en caso de duda, consultar con un profesional cualificado como el óptico - optometrista que le aconsejará qué medidas adoptar.

Consejos de un experto antes de un segundo confinamiento

Dichas medidas incluyen mejorar las condiciones de trabajo, optimizando la iluminación, los hábitos posturales que evitarán alteraciones musculoesqueléticas y la compensación adecuada de los errores refractivos por medio de las gafas más adecuadas para cada persona. El uso de filtros antirreflejantes en las gafas es muy útil para obtener una imagen más nítida, ya que elimina los reflejos y brillos de las pantallas de los dispositivos electrónicos.

También pueden prescribirse sustancias lubricantes que ayudarán a mantener humectada la superficie ocular. Estos productos, bien en forma de colirio o en monodosis, se formulan con composiciones diferentes en función de la naturaleza del cuadro de sequedad ocular. Por ello es importante que un profesional de la visión pueda identificar la causa del ojo seco y prescribir el lubricante de manera personalizada a cada paciente.

Ante la presencia de visión borrosa transitoria o constante, visión doble o dolores de cabeza relacionados con el esfuerzo visual, es necesario un examen ocular que pueda confirmar o descartar la presencia de un error de graduación; específicamente la hipermetropía, la presbicia o vista cansada y el astigmatismo suelen ser el origen de estos síntomas en situaciones de esfuerzo visual prolongado de cerca.

También los desequilibrios de la visión binocular o una capacidad ineficiente de mover ambos ojos de forma coordinada pueden ser el origen de estos síntomas. En estos casos puede ser muy útil la realización de un programa de ejercicios pautados y controlados por el óptico-optometrista con objeto de optimizar estas habilidades que son muy importantes para una lectura eficaz.

Salud visual en los niños

Por otra parte, la excesiva atención a dispositivos electrónicos y la imposibilidad de pasar horas jugando al aire libre han podido tener consecuencias negativas en los niños. Se ha relacionado y evidenciado científicamente que los niños que pasan menos horas al aire libre tienen una mayor tendencia a desarrollar miopía.

"Existen numerosos estudios que avalan que una adecuada exposición a las longitudes de onda corta del espectro de luz visible, es decir a la conocida como "luz azul", podría ser un factor positivo que frenaría el avance de la miopía en los niños, en los que todavía pueden existir cambios estructurales de sus ojos", cuenta.

La ausencia de luz azul podría favorecer que el ojo se hiciera más largo y por lo tanto más miope y un excesivo tiempo de focalización a una distancia muy próxima puede de igual manera favorecer la miopía al bloquear la capacidad de relajación del ojo cuando mira a distancias lejanas; esta situación, bastante frecuente, se conoce como exceso acomodativo o falsa miopía, que inicialmente es transitoria, pero que puede convertirse en el preludio de una miopía real, instaurada y con capacidad de progresar y causar potenciales complicaciones futuras.

Ante un posible segundo confinamiento, o incluso ahora que salen a la luz los problemas visuales, es momento de intentar cuidarnos más, hacer más descansos del teletrabajo, levantar la vista, refrescar los ojos, mirar por la ventana más tiempo e intentar salir a la calle, para que la vista no se agote de esta manera.