CORONAVIRUS

El permafrost se derrite: pueden aflorar virus y bacterias congeladas

El suelo congelado contiene muchos agentes infecciosos que han estado atrapados durante un gran periodo de tiempo en el hielo.

Unas 21.000 toneladas de combustible diésel se derramaron en una central termoeléctrica de Norilsk, en el Círculo Polar Ártico, lo que provocó que las autoridades rusas decretaran el estado de emergencia federal. Este accidente puede tener consecuencias muy graves, porque el permafrost o suelo congelado cubre aproximadamente una cuarta parte de la tierra expuesta.

Puede variar en profundidad desde unos pocos metros hasta cientos y generalmente, es vital para nuestra supervivencia, puesto que ocupa un gran cinturón entre el Círculo Polar Ártico y los bosques boreales, que abarca Alaska, Canadá y Rusia.

Dentro de él, se estima que hay 1,7 billones de toneladas de carbono en forma de materia orgánica congelada, principalmente por restos de plantas podridas y animales muertos atrapados en sedimentos y cubiertos posteriormente por capas de hielo. Pero cuando se descongela, esta materia se calienta y se descompone, liberando el carbono que contiene como dióxido de carbono y metano.

Virus y bacterias

Esta descongelación del permafrost también amenaza con desbloquear las bacterias y los virus que causan enfermedades atrapadas durante mucho tiempo en el hielo. Por ejemplo, en 2016 murió un niño en el extremo norte de Siberia (Rusia) debido a un brote de ántrax que parecía provenir de los cadáveres de renos infectados enterrados hace 70 años, aunque descubiertos posteriormente tras derretirse el suelo congelado.

Los científicos también han advertido la posible presencia de otros agentes infecciosos enterrados bajo el suelo. Por ejemplo, las antiguas tumbas de viruela, lo que podría desencadenar en nuevas oleadas de enfermedades como la ocurrida con el ántrax en territorio ruso.

Gran parte podría derretirse en 2100

Un informe publicado en 2019 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que gran parte del permafrost podría derretirse para 2100. Uno de los motivos sería por la contaminación del carbono, lo que liberaría una bomba de carbono de gases de efecto invernadero que amenaza con incrementar el calentamiento global de la Tierra.