DIABETES TIPO 2

Dos tipos de entrenamiento, útiles como intervenciones terapéuticas complementarias

A pesar de los grandes avances que se han producido en el ámbito sanitario, la diabetes mellitus tipo 2 continúa siendo una de las causas indirectas de mortalidad más preocupantes alrededor del mundo.

as.com

La actividad física regular, entendida como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía, promueve una buena salud general reduciendo el riesgo de desarrollar diferentes tipos de enfermedades y mejorando otros aspectos de la salud física y mental. En definitiva, el ejercicio ayuda a mejorar la calidad de vida y es un factor determinante para una mayor longevidad y esperanza de vida.

Ahora bien, muchos relacionan hacer ejercicio exclusivamente con actividaes como caminar, correr, montar en bicicleta o nadar, que están muy centradas en la salud cardiovascular. Pero a menudo se pasa por alto el valor del entrenamiento de fuerza y los ejercicios de desarrollo muscular a pesar de que es una vertiente de la actividad física que no hay que menospreciar por diversas razones.

Precisamente, el grupo de investigación PA-HELP de la Universidad de Granada (UGR), cuyo investigador principal es Manuel Delgado Fernández, ha liderado recientemente una revisión sistemática de 82 artículos y meta-análisis de 43 artículos publicada en la revista 'Obesity Reviews', con los objetivos principales de determinar los efectos del entrenamiento de hipertrofia y entrenamiento de fuerza sobre el control glucémico, condición física, composición corporal, perfil lipídico, presión arterial, inflamación, y calidad de vida en adultos con diabetes tipo 2, y analizar qué tipo de entrenamiento de fuerza específico es más efectivo.

Y es que, hoy en día, a pesar de los grandes avances que se han producido en el ámbito sanitario, la diabetes mellitus tipo 2 (T2DM) continúa siendo una de las causas indirectas de mortalidad más preocupantes alrededor del mundo. Y el ejercicio físico puede jugar un papel fundamental en la ecuación ya que ha mostrado ser incluso más efectivo que algunos tratamientos farmacológicos para la prevención, control y tratamiento de la enfermedad.

Efectos beneficiosos

Los autores observaron que tanto el entrenamineto de hipertrofia (EHT) como de fuerza resistencia (EFR) son intervenciones terapéuticas con efectos beneficiosos similares sobre el control glucémico, condición física y composición corporal. El EHT también mostró efectos beneficiosos sobre el perfil lipídico, presión arterial e inflamación.

Además, confirmaron la eficacia del EF general sobre estos marcadores de salud. De la misma manera, es importante destacar que los efectos inducidos por el EF general, y por el EHT y EFR específicamente, fueron similares a los observados con el entrenamiento aeróbico. Por último, los autores también destacaron que diversos componentes del EF (por ejemplo, el volumen e intensidad de entrenamiento), algunas características de los pacientes (edad, composición corporal, etc.), y ciertas medicaciones podrían tener un efecto sobre el éxito de estas intervenciones en adultos con T2DM.

Intervenciones terapéuticas complementarias

Esta información podría ser de gran utilidad no sólo en la elaboración de estrategias públicas, sino también en el ámbito clínico, para facilitar a los profesionales del ámbito de la salud la elección y recomendación de intervenciones relacionadas con el estilo de vida para los pacientes con T2DM.

Idealmente, el entrenamiento aeróbico y EF general deberían ser implementados juntos en la práctica clínica acorde a las recomendaciones de las instituciones de referencia. Sin embargo, cuando esto no sea posible, el EHT y EFR podrían ser usados como intervenciones terapéuticas complementarias-intercambiables dependiendo de las limitaciones físicas de los pacientes, de sus preferencias personales, y de la disponibilidad/adecuación de las instalaciones.