El ejercicio es la mejor alternativa al café para la memoria

La taza de café es innegociable para gran parte de los occidentales al levantarse. Despierta, abre los ojos y mejora los sentidos. Incluso algunos estudios han descubierto la relación de la cafeína con una mejora en el procesamiento de la información, en el estado de ánimo, la atención y ciertos tipos de memoria. Se trata de un combo difícil de criticar salvo por la adicción que genera este componente. ¿Qué alternativa hay? Los científicos han encontrado la más saludable: el ejercicio físico.

Una investigación con equipos de dos universidades canadienses ha revelado que 20 minutos de una actividad física moderada suponen los mismos beneficios cognitivos que el café pero sin pasar por los períodos de abstinencia. Lo más esperanzador es que basta con una sesión de intensidad moderada para apreciar la mejora en la memoria. Los expertos descubrieron que tanto con la administración de cafeína como los que no habían ingerido la sustancia se observaron mejoras en los procesos de asimilación de conocimientos y memoria en el cerebro.

En concreto, se fijaron en la memoria de trabajo. Se trata del "sistema que mantiene y manipula la información de forma temporal, interviniendo en procesos cognitivos más complejos como la comprensión del lenguaje, la lectura o el razonamiento", según la definición de la neuropsicóloga clínica Lidia García Pérez. Es la encargada de no olvidar la lista de la compra mental después de haber visto una película policíaca y conducir hasta el supermercado.

Ejercicio físico frente a cafeína

El estudio ha puesto el foco en el café como recurso habitual para despertar la mente. La cafeína es una sustancia psicoativa que mejora el rendimiento del cerebro, pero las investigaciones han señalado que cuando acaban los efectos aparece la negativa abstinencia. En el mundo cientifico ya se han observado síntomas preocupantes asociados a la ansiedad y los temblores musculares que provocan otras adicciones. Además, según los investigadores canadienses, la siguiente veta a investigar es la relación de la cafeína y del ejercicio físico con el sueño (duración y calidad).

El ensayo, publicado en Nature Scientific Reports, también ha permitido descubrir que con 20 minutos de paseo enérgico la capacidad cognitiva será tan buena como bebiendo una taza de café. Ambos hacen que el individuo esté más espabilado, que mantengan la atención y aumenten su energía. Sin embargo, con la actividad física se evitarán los dolores de cabeza, sensación de fatiga y mal humor que aparecen en los consumidores habituales de cafeína cuando no tienen su dosis. Es más, los investigadores de este proceso aseguran que una caminata también acabaría con los efectos negativos del café.

Este estudio ofrece una alternativa a embarazadas, pacientes con ansiedad o problemas musculares. "Las personas sanas que beben dos tazas de café al día generalmente están bien en el sentido de que no afectará negativamente a la mayoría de sus funciones fisiológicas. Sin embargo, para poblaciones especiales, el consumo de cafeína puede ser problemático y debería limitarse o reducirse", avisa Anisa Morava, coautora del estudio e investigadora del Departamento de Psicología de Salud y Ejercicio de la Universidad de Londres (Canadá).