Asistir a eventos culturales está asociado a una mayor longevidad

La cultura alarga la vida. Es la principal conclusión de una nueva investigación a cargo de expertos del University College London (Reino Unido), que indica que las visitas regulares a museos, galerías de arte, el teatro o conciertos están vinculadas a una mayor longevidad: cuanto más a menudo las personas se involucran con las artes, menor es el riesgo de muerte. Así de claro.

Y no es la primera evidencia científica al respecto. Recientemente, la Oficina Regional de la OMS para Europa publicó un informe que analiza la evidencia de más de 900 publicaciones a nivel mundial en lo que supone la revisión más completa hasta la fecha de la relación entre artes y salud y que concluía que participar en actividades culturales de diversa índole puede ser beneficioso para la salud física y mental.

En este caso, los investigadores británicos se propusieron explorar la asociación entre diferentes frecuencias de participación artística y mortalidad. Sus hallazgos se basan en datos de más de 6.000 adultos de Inglaterra de 50 años o más que participaron en el Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA) y a los que se les hizo un seguimiento promedio de 12 años.

Menor riesgo de muerte

Y los resultados, publicados en la edición navideña de 'The BMJ', después de tener en cuenta una serie de factores económicos, de salud y sociales, indican que las personas que se dedicaban a actividades artísticas una o dos veces al año tenían un riesgo 14% menor de morir en cualquier momento durante el período de seguimiento que aquellos que nunca lo hacían (3,5 muertes por 1.000 personas al año frente 6 muertes por 1.000 personas al año).

Por su parte, las personas que participaban en actividades artísticas con mayor frecuencia (cada pocos meses o más) tenían un 31% menos de riesgo de morir (2,4 muertes por cada 1000 personas al año). Esta asociación protectora se explica en gran medida por las diferencias en la cognición (pensamiento y comprensión), la salud mental y los niveles de actividad física entre los que participaron en expresiones artísticas y los que no. Pero los resultados se mantuvieron independientes de estos y otros factores, como problemas de movilidad, privaciones, riqueza y jubilación.

A pesar de que el estudio de la institución británica es observacional, es decir, no puede establecerse causalidad, no deja de reforzar la idea de que la cultura tiene una importancia manifiesta tanto en la salud física como en la mental de las personas por lo que hay que encontrar formas de incluirla en el marco de un estili de vida saludable.