SALUD

Las cabinas bronceadoras, un riesgo inesperado de cáncer en los gimnasios

Un estudio alerta sobre el riesgo de confundir la actividad para ponerse en moreno debido a que se desarrolla en instalaciones para el ejercicio físico.

Los investigadores de la Universidad de Connecticut se sorprendieron con una investigación sobre el cáncer entre los usuarios de los gimnasios de Estados Unidos. La ciencia ha demostrado que el ejercicio físico reduce el riesgo de cáncer y así lo constataron en la mayor parte de las variantes de la enfermedad. Pero se percataron de que el melanoma era demasiado habitual hasta que descubrieron al culpable: las camas bronceadoras de los gimnasios.

«Es sorprendente porque teníamos la sensación de que la industria del bronceado estaba en declive. Sin embargo, parece que la industria simplemente está trasladando las camas de bronceado a entornos novedosos. Los gimnasios parecen ser los nuevos salones de bronceado», explicó la doctora Sherry Pagoto, autora del estudio.

La sorpresa de los expertos se debe al grado de desconocimiento en un país en que el cáncer de piel es el más habitual. En una investigación precedente, un equipo liderado por la doctora Rachel Isaksson Vogel en colaboración con la Sociedad Americana contra el Cáncer, ya había demostrado que «toda las pruebas estadísticas» apuntan a que «el bronceado en interiores es cancerígeno para los humanos». Sin embargo, el número de usuarios de camas bronceadoras está aumentando, según el estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Americana. En la Unión Europea no hay una legislación específica al respecto común para todos los países.

Numerosas camas bronceadoras baratas

La razón que han encontrado los investigadores para el aumento de melanomas es la proliferación de gimnasios de bajo coste que proporcionan sesiones de bronceado baratas sin explicar los riesgos de la práctica. Más de un 78 % de los gimnasios ofrecían una sesión. Además, era más barata porque al ser otro tipo de establecimientos se pagan menos impuestos.

El gimnasio ha adquirido un inesperado riesgo de cáncer. Y la buena fama de la actividad física es, paradójicamente, parte del problema. «Debido a que las personas asocian los gimnasios con la salud, los gimnasios están poniendo un aura saludable en las camas broncesadoras. Se ha estado tratando de comunicar el mensaje al público de que las camas de bronceado no son seguras o saludables, pero los gimnasios con camas de bronceado están obstruyendo ese mensaje», lamenta Pagoto en Sy Tech. Por ello, los médicos han pedido a los políticos que en la siguiente legislación sobre camas bronceadoras sean más estrictos.