SALUD

Las pesadillas pueden causar resaca

La Fundación Nacional del Sueño en EE UU señala que los contenidos que surte la imaginación durante la noche puede afectar a las condiciones de la vigilia.

Despertarse bruscamente en medio de la noche no es un buen síntoma. Probablemente esté acompañado por sudores fríos. O de pensamientos confusos, mareos y caos. Lo habitual es que la interrupción del sueño se haya debido a una pesadilla y sus efectos perdurarán durante buena parte del día, según la National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño).

La asociación sin ánimo de lucro que se encarga de investigar el sueño señala que los resultados de un mal sueño son como los de una resaca. Noches con visitas al cerebro perturbadoras son malas. Se comprueba con el ejemplo más tópico: Si Freddy Krueger aparece para alborotar la jornada nocturna el día será mucho peor.

Según los expertos, al sufrir una mala noche y despertarse de una manera brusca se rompe una de las cinco fases del sueño. La interrupción impide en muchos casos regresar al ciclo correspondiente y esto a su vez provoca una reacción en cadena que impedirá que el cuerpo descanse y los ciclos vitales se regeneren como es debido. Muchas pesadillas seguidas supondrán muchos saltos en las fases de sueño y, con ello, muchas dificultades para descansar.

La necesidad de mantener las fases del sueño

El mayor inconveniente es que la actividad eléctrica varía según la fase del sueño en que se encuentra cada ser humano. Si es alterada, se pueden activar las ondas cerebrales que indican al cuerpo si está durmiendo o en fase de vigilia. Así, la pesadilla revertirá los ciclos de manera repentina, es probable que cueste volver a dormir y se romperá con la función reparadora. La situación será peor si se encuentra en la llamada fase REM, ya que se trata del período en que los sueños son más vívidos y el sueño es más profundo.

No obstante, experimentar pesadillas durante el sueño no supone necesariamente un desequilibrio para adultos y niños. Que la jornada sea perturbadora en el cerebro no quiere decir que lo sea en la cama. Si no se despierta, la estructura de ciclos del sueño se mantendrá igual. Es más, hay quienes regresan a la fase del sueño en que estaban después de una pesadilla y a la mañana siguiente no hay rastro de resaca. Por otra parte, desde la National Sleep Foundation advierten que estas alteraciones pueden retrasar la hora de quedarse dormido, que la transición entre etapas sea costosa y que al día siguiente el que haya vivido situaciones inquietantes en su imaginación se levantará menos descansado.

¿Qué provoca las pesadillas?

La cuestión que se plantean muchos insomnes es si la culpa de sus penurias es por las pesadillas o si las pesadillas son provocadas por descansar mal. La respuesta de los expertos de la National Sleep Foundation no le va a tranquilizar: «Todavía no está claro». Los malos sueños pueden estar condicionados por la vida de quienes los padecen. Según los especialistas, aquellos que viven con estrés o depresión son más propensos a sueños desagradables que comprometen la calidad de su sueño. Ansiedad y sueños raros o perturbadores están relacionados.

¿Sueños placenteros para dormir mejor?

Por otra parte, los datos recogidos por diversas investigaciones indican que quienes han dormido bien suelen recordar sueños placenteros y alegres más a menudo que quienes sufren por la noche. Pero los especialistas aún discuten si se trata de que las emociones positivas asociadas a los sueños se han trasladado al despertar.

¿Sería mejor dirigir la mente hacia sueños placenteros? Parece que sí, pero todavía no es posible porque se desconoce cómo evitar las pesadillas. La única opción posible para quienes duermen mal o sufren de insomnio es que trabajen con el estado de su mente durante el día antes que buscar remedios caseros contra las pesadillas. Si en la vigilia viven más relajados, no cuentan con desórdenes mentales o problemas derivados, podrán disfrutar de mejores sueños y, quizás, gozar de una mejor calidad del sueño. En tales casos mejorarán sus días y sus noches sin necesidad de tratamiento.