PSICOLOGÍA

Los lazos de sangre pueden ser más importantes que el amor cuando se trata de salud

Las relaciones tensas con padres, hermanos u otros miembros de la familia cercana pueden ser más perjudiciales para la salud de las personas que una relación problemática sentimental.

as.com

Un nuevo estudio a cargo de expertos del UT Southwestern Medical Center (Texas, EEUU), concluye que los lazos de sangre entre las personas pueden ser más importantes que el amor cuando se trata de salud. Es decir, las relaciones tensas con padres, hermanos u otros miembros de la familia cercana pueden ser más perjudiciales para la salud, que un problema con otra persona aunque medie una relación sentimental. De igual forma, una buena relación familiar también tiene una mayor incidencia que la sentimental a la hora de mejorar la salud.

"Los resultados de nuestro trabajo muestran que el clima emocional familiar tiene un gran efecto en la salud en general, incluido el desarrollo o empeoramiento de afecciones crónicas como derrames cerebrales y dolores de cabeza. Y, a diferencia de lo que indican estudios previos, que encontraron que las relaciones íntimas tenían un gran efecto en la salud física, no obtuvimos los mismos resultados", explica Sarah B. Woods, principal autora del estudio y profesora de Familia y Medicina Comunitaria en el UT Southwestern Medical Center y autor principal del estudio.

"Habitualmente, los investigadores se centran en las relaciones románticas, especialmente en el matrimonio, dando por hecho que tiene un efecto más poderoso en la salud. Pero debido al cambio y evolución de las relaciones en los últimos años, quisimos comparar la fuerza de las asociaciones entre la familia y las parejas íntimas y salud a lo largo del tiempo", añade Woods.

El trabajo, publicado por la Asociación Americana de Psicología en el 'Journal of Family Psychology', tuvo en cuenta los datos de 2.802 participantes con una edad promedio de 45 años, y aspectos como la tensión familiar, el apoyo familiar, la tensión de la pareja íntima y apoyo en relación con afecciones crónicas, como accidente cerebrovascular, dolores de cabeza y problemas estomacales, experimentados en los 12 meses anteriores a cada uno de los tres momentos en los que se recopilaron datos entre 1995 y 2014.

Familia: para lo bueno y para lo malo

Los investigadores encontraron que una mayor tensión en la relación familiar se asoció con un mayor número de afecciones crónicas y una peor evaluación de la salud 10 años después, durante la segunda y tercera ronda de recopilación de datos. De igual forma, un mayor apoyo familiar durante la segunda ronda de recopilación de datos en 2004 a 2006 se asoció con una mejor evaluación de salud 10 años después. Y, sorprendentemente, no hubo efectos significativos de las relaciones de pareja íntima en los resultados de salud.

"La gran mayoría de las personas en el estudio tenían padres o hermanos vivos y, por lo tanto, su relación con un cónyuge o pareja íntima era menos determinante que la de sus familiares. Para los adultos que ya tienen una afección crónica, un clima emocional familiar negativo puede aumentar su mala salud y, por el contrario, los familiares que brindan apoyo pueden ayudar a mejorar sus resultados de salud", concluye Woods.