Lavarse las manos: un gesto sencillo para prevenir patologías víricas

Con la llegada del otoño y la paulatina bajada de las temperaturas es habitual que comiencen a proliferar las patologías víricas, sobre todo, en la población infantil. Resfriado común, Catarros, faringitis y otitis están a la orden del día con el cambio estacional. Pero una medida muy efectiva y muchas veces infravalorada es extremar las medidas de higiene, en particular en lo referente a las manos.

Las manos suponen un importante vehículo de transmisión de patógenos por lo que su higiene es una de las acciones más sencillas y con mayor impacto en la prevención del contagio de enfermedades de tipo vírico más habituales que, aunque no revisten gravedad en la mayoría de los casos, sí suponen una de las principales causas de absentismo escolar y laboral, ya que en muchas ocasiones los padres también se ven afectados.

"En la mayoría de los casos no son patologías que revistan gravedad y, además, estas enfermedades son necesarias para que los niños refuercen su sistema inmunológico. Uno de los errores más habituales es pensar que las infecciones más comunes, de tipo vírico, se curan con antibióticos, pero estos no son efectivos para curar los virus. Además, pueden perjudicar la evolución del proceso y sobre todo generar resistencias bacterianas", explica el doctor Javier Miranda, responsable de la unidad de pediatría de los Hospitales Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre.

"La medida más efectiva de prevención es concienciar a los niños sobre la importancia de la higiene y la limpieza de sus manos ya que el lavado con jabón interrumpe el ciclo de contaminación", añade el experto, consciente de que, como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 25% de las infecciones respiratorias se pueden evitar ese simple gesto.

Recomendaciones complementarias

• Mantener bien hidratados a los niños.
• Ventilar los espacios.
• Evitar en lo posible los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire.
• No abrigar a los niños en exceso.
• Cumplir a rajatabla las horas de descanso de los niños.
• Es adecuado que los niños practiquen algún tipo de deporte para mejorar el estado anímico.
• La alimentación es básica para reforzar las defensas de los más pequeños.
• La dieta debe ser rica en frutas y verduras para garantizar el aporte de vitaminas y minerales.
• Los alimentos ricos en zinc también ayudan a reforzar su sistema inmune.