SALUD
La calidad y uso de los espacios verdes influyen en el efecto beneficioso sobre la salud
Dos investigaciones elaboradas por el ISGlobal profundizan sobre los mecanismos que intervienen en ese impacto positivo y de qué manera los espacios naturales mejoran nuestra salud y bienestar.
Hasta la fecha numerosos estudios han demostrado los múltiples beneficios que aportan los espacios verdes a las personas. La capacidad para reducir el estrés o el deseo de consumir alcohol, tabaco o alimentos ultraprocesados, el retraso en el declive físico y mental, la disminución del riesgo a padecer cáncer de mama o un menor riesgo de desarrollar síndrome metabólico son algunas evidencias que muestran la importancia de un poco de contacto con la naturaleza, aunque sea en entornos urbanos.
Ahora dos investigaciones elaboradas por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) profundizan sobre los mecanismos que intervienen en ese impacto positivo y de qué manera los espacios naturales mejoran nuestra salud y bienestar tras analizar los datos facilitados por los participantes de cuatro ciudades europeas: Barcelona (Spain), Stoke-on-Trent (United Kingdom), Doetinchem (the Netherlands), and Kaunas (Lithuania).
La satisfacción depende de la cantidad y calidad
El primer trabajo, publicado en 'Environmental International', tiene en cuenta diferentes parámetros relacionados con la cantidad y la calidad de los espacios verdes, y la experiencia y el uso que se hace de ellos. Para ello, los investigadores analizaron las respuestas de 4.000 encuestados de cuatro ciudades diferentes a los que se les cuestionaba sobre la frecuencia con la que visitaban espacios verdes, la calidad de estos, la distancia hasta sus residencias, qué actividades llevaban a cabo en ellos, la cantidad de encuentros sociales que tenían y sus emociones mientras estaban en ellos.
Según el estudio, de las cuatro ciudades estudiadas, Barcelona es la que posee menos zonas verdes ya que solo el 49,3 % de los barceloneses tiene un espacio verde a menos de 300 metros de su hogar, en comparación con el 99,9 % de los vecinos de Doetinchem, en los Países Bajos. Y ese hecho está relacionado con una peor satisfacción relacionada con aspectos como la calidad, cantidad, mantenimiento y seguridad, y un menor uso de los mismos que puede influir directamente en la cantidad de actividad física que se realiza o el número de inteacciones sociales.
10 minutos ya es mucho
El segundo estudio, también publicado en 'Environment International', contó con la participación de cerca de 370 personas voluntarias y se basó en el uso de dispositivos móviles para realizar un seguimiento del estado emocional de los participantes en un período de siete días consecutivos. Estos dispositivos también controlaban si estaban visitando espacios urbanos naturales.
"Esta investigación apunta a que existe una relación positiva entre el estado de ánimo y la visita a los espacios verdes. Sin embargo, esta relación varía en función de la edad, el género y la ciudad de residencia", comenta Michelle Kondo, primera autora del estudio.
Este segundo estudio muestra que la exposición a espacios verdes tiene un efecto más importante sobre el estado de ánimo cuando se trata de visitas de diez minutos, en comparación con las de treinta. "Esto podría significar que la inmediatez es un elemento importante para las respuestas emocionales", añade la investigadora.
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