AGRICULTURA

El arroz señala el camino: se buscan cultivos resistentes a las inundaciones

De los principales cultivos alimentarios, actualmente solo el arroz puede sobrevivir a las inundaciones, pero una nueva investigación demuestra que en el horizonte puede haber más opciones.

as.com

El cambio climático produce períodos de sequía excesiva provocando evidentes daños en las cosechas y en la producción alimentaria, sin embargo la comunidad científica está acostumbrada a al estudio de aquellos cultivos capaces de responder en un escenario de carestía de agua. No ocurre lo mismo en lo referente a la agricultura cuando ha de hacer frente a la otra cara de la moneda, es decir, a fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, que provocan inundaciones.

Las abundantes lluvias impiden cada vez con más frecuencia que los agricultores puedan plantar cultivos como el maíz, la soja y la alfalfa, o dañan la calidad de los que sí logran cultivar. A medida que el clima continúa cambiando, es probable que la tendencia de lluvias fuertes e inundaciones que destruyan los cultivos continúe y es necesario encontrar la forma de garantizar el suministro mundial de alimentos.

Actualmente, de los principales cultivos alimentarios, solo el arroz puede sobrevivir a las inundaciones, oriundo de regiones tropicales, donde se adaptó para soportar fenómenos típicos de Asia como los monzones. Pero esa circunstancia puede cambiar gracias a una investigación a cargo de expertos de la Universidad de California en Riverside (EEUU)

Similitudes genéticas

El trabajo, publicado en la revista 'Science', analizó la relación genética entre el arroz y otro tipo de cultivos (un tomate silvestre, un tomate cultivado y una planta similar a la alfalfa) y su comportamiento al sumergirlos en agua. Los expertos descubrieron que comparten al menos 68 familias de genes en común que se activan en respuesta a las inundaciones.

"Esperamos aprovechar lo que aprendimos sobre el arroz para ayudar a activar los genes en otras plantas que podrían ayudarlos a superar situaciones de anegamiento", explica la directora del estudio, Julia Bailey-Serres, profesora de genética de la Universidad de California en Riverside.

"Dado que la evolución separó a los antepasados del arroz y estas otras especies hace unos 180 millones de años, no esperábamos encontrar estas similitudes genéticas", añade la coautora Neelima Sinha, profesora de biología de plantas en UC Davis.

Mejorar la supervivencia

Aunque los genes compartidos se activaron en todas las plantas durante los experimentos de inundación, sus respuestas genéticas no fueron tan efectivas como en el arroz. Por ejemplo, la especie de tomate silvestre que crece en el suelo del desierto se marchitó y murió cuando se inundó, aunque el equipo de expertos está planificando estudios adicionales para mejorar las tasas de supervivencia de las plantas que actualmente mueren y se pudren por el exceso de agua.

"Imagine un mundo donde los niños no tienen suficientes calorías para crecer y desarrollarse adecuadamente. Nosotros, como científicos, tenemos la urgencia y obligación de ayudar a las plantas a resistir las inundaciones, para garantizar la seguridad alimentaria para el futuro", concluye la profesora Bailey-Serres.