SALUD

Reducir 300 calorías al día mejora los niveles de azúcar, colesterol y presión arterial

Un nuevo estudio a cargo de investigadores de Duke Health sugiere una mejora sustancial de la salud por el simple hecho de reducir la ingesta de calorías incluso en personas que no tienen sobrepeso.

as.com

Cuando se trata de reducir el riesgo de padecer enfermedades mortales como la diabetes y las enfermedades cardíacas, un pequeño gesto puede suponer mucho. Esa es la principal conclusión a la que han llegado investigadores de Duke Health (EEUU) tras llevar a cabo un ensayo aleatorizado y controlado durante dos años de 218 adultos menores de 50 años.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista 'The Lancet Diabetes , sugieren que incluso en adultos que ya tienen un peso saludable o que solo pesan unos kilos de más, reducir unas 300 calorías al día, lo que los investigadores equiparan a seis galletas oreo, mejoró significativamente los niveles de colesterol, presión arterial, azúcar en la sangre y otros marcadores relacionados con enfermedades metabólicas o cardiovasculares.

Restricción calórica

Los expertos quisieron profundizar en este ensayo en la hipótesis en la hipótesis de que no es solo la pérdida de peso lo que conduce a estas mejoras, sino que además esta mejoría viene provocada por cambios metabólicos más complejos provocados por comer menos calorías de lo que se gasta.

Después del periodo de investigación, los expertos pudieron certificar numerosas mejoras en los marcadores que miden el riesgo de enfermedad metabólica. Los participantes también mostraron una reducción en un biomarcador que indica una inflamación crónica que también se ha relacionado con enfermedades cardíacas, cáncer y deterioro cognitivo.

"Esto demuestra que incluso una modificación que no sea tan severa como la que usamos en este estudio podría reducir la carga de diabetes y enfermedades cardiovasculares. La gente puede hacer esto con bastante facilidad simplemente controlándose un poco aquí y allá, o tal vez reduciendo la las tentaciones, como no picotear después de la cena", concluye William E. Kraus, cardiólogo y profesor de medicina de la Universidad de Duke.