NUTRICIÓN

Aguacate: la fruta que se encuentra en el ojo del huracán

Hay quienes le han declarado abiertamente la guerra en los últimos tiempos por ciertas connotaciones que nada tienen que ver con los beneficios que aporta y sí con su modelo productivo y comercial.

as.com

Occidente, o ciertas zonas al menos, ha comenzado a librar una batalla que tiene al aguacate como principal protagonista. A nadie se le escapa a estas alturas que nos encontramos ante una fruta cuyo auge en los últimos tiempos es más que aparente, aumentando su demanda y consumo gracias, en gran medida, a su aporte nutricional y a los beneficios que aporta.

Su contenido en aceites vegetales ricos en omega-3, en minerales, vitaminas, proteínas o fibra le convierten en un ingrediente de innegable valor para el cuidado del organismo lo que, unido a su sabor y a las posibilidades que ofrece en gastronomía como parte de una dieta saludable y equilibrada, han provocado que podamos hablar abiertamente de un alimento de moda.

¿Polémica desproporcionada?

Y ahí radica el problema para algunos. Como es el caso del chef irlandés JP McMahon, con una estrella Michelín, y varios restaurantes en Gran Bretaña para los que el cultivo del aguacate no es sostenible y el control que algunas mafias ejercen sobre su producción genera violencia en los países de procedencia, en este caso, Chile, Perú o México, principal exportador a nivel mundial.

Para JP McMahon no dejan de ser "los diamantes de sangre de México", como aseguró a Independent, que tienen un importante "impacto en forma de deforestación o violencia en las zonas donde se cultiva". Argumento que también han esgrimido otros establecimientos para retirarlos de su carta. Tal es el caso del Wild Strawberry Cafe, que recientemente compartió en su perfil de Intagram un completo alegato que trataba de justificar la decisión adopatada.

La injusticia de generalizar

El problema de este tipo de actitudes es que no todo el cultivo de aguacate está sujeto a las mismas condiciones. Sin ir más lejos, la comarca malagueña de la Axarquía produce aguacates de primera calidad que nada tienen que ver con las situaciones que se denuncian principalmente desde Gran Bretaña.

De igual forma, los restauradores que ponen en el ojo del huracán una fruta con los beneficios del aguacate deberían replantearse de igual modo si todos los productos que ofrecen en sus establecimientos cumplen sus estándares éticos o si ellos mismos son ejemplo de lo que predican. De lo contrario podrían incurrir en serias contradicciones. Y en el camino, sembrar dudas sobre determinados alimentos. Porque si se combate a un producto desde la convicción ética, deberían ponerse en tela de juicio muchos otros. Y no lanzar la piedra y esconder la mano.