TOP MODELS

Gisele Bündchen: sus adicciones, la ansiedad, su depresión...

1 botella de vino al día, varios paquetes de cigarros, ansiedad, estrés, miedo a volar, intentos suicidas… tras dejar a Leonardo di Caprio la top brasileña cambió de vida.

Instagram

La top model brasileña Gisele Bündchen ha publicado su libro "Lessons: My Path to a Meaningful Life", una biografía donde repasa su vida, desde su infancia, sus cinco hermanas, sus padres, su ascenso al mundo de la moda, y la parte más oscura, aquella en la que relata lo que bebía, fumaba, empezó a tener miedo, le dieron ataques de ansiedad, y hasta pensó en suicidarse.

Modelo a los 14 años

Fue en Sao Paulo cuando un representante de Elite Model Look se acercó a ella, tenía 14 años, y le preguntó si quería ser modelo. Quedó segunda, salió de Brasil por primera vez en su vida, llegó a Ibiza, y empezó a descubrir un mundo de adultos, de viajes, de hoteles... De su pueblo de 17 mil habitantes, pasó a la gran ciudad. Y tras un año en Sao Paulo, tuvo que ir durante 3 meses a Tokyo. Tras hacer catálogos, Alexander McQueen la eligió para su desfile en Londres, lo hizo en top less, y a partir de entonces su carrera despegó. Pasó a ser llamada El Cuerpo.

Modelo internacional

En 1999 fue portada de Vogue Francia en tres ocasiones, en Vogue USA, desfiles para Versace, Dolce & Gabbana, Valentino, Armani, Missoni, Chloé, Ralph Lauren... Un año después empezó su reinado en todas las marcas, en todas las firmas... llegando a protagonizar hasta el año 2007 más de 1.200 portadas, 450 editoriales de moda, más de 500 desfiles...

Todo fue rápido, demasiado. Novios famosos, actores, una boda, varios hijos... un descanso en 2015 y adiós a las pasarelas en 2016, en los Juegos Olímpicos de su país. El círculo se cerraba, empezaba la layenda de Gisele Bündchen.

Traumas, depresión, alcoholismo

Los números de la top brasileña son los de una carrera fulgurante, única, en una época además de cambio en el mundo de la moda. Pero como dice en su libro, esa parte es la parte pública, la que todo el mundo vio, la parte que ella vivió no la conoce mucha gente. Hasta ahora que la ha contado.

Desde el colegio se sintió insegura, fea, horrible, "no me gustaba su nariz, era demasiado alta, mis ojos eran muy pequeños..." confiesa que se sintió insegura, incómoda, como si la que trabajara fuera una persona y la realidad fuera otra.

Fue a los 18 cuando creó una gran diferencia, Gisele la modelo internacional, la camaleónica, la profesional, y Gisela en la intimidad. "Sabía lo que querían estilistas, fotógrafos, maquilladores... y lo hacía", todo sin mostrar una emoción.

Ansiedad y ataques de pánico

Los ataques de pánico llegaron después, cuando lo tenía todo. En un vuelo privado sintió que no podía respirar, angustia, se sintió pequeña, no pudo controlarlo, y reconoció que algo pasaba. Empezó a escuchar su voz interior y todo cambió. De la noche a la mañana.

Analizó su vida, lo que bebía (una botella de vino al día), lo que comía (demasiado azúcar), lo que fumaba (varios paquetes de tabaco al día), demasiado café, etc... Hasta llegar a los 38 años que se siente plena. "Mi meta en la vida es seguir aprendiendo, enseñar a mis hijos que Dios es energía, que está en la naturaleza, los animales, la lluvia, los árboles, el cielo, las montañas...", una educación la religiosa que le viene de sus padres, de origen germano, y en la que han sido educadas todas las hermanas.

"Mi vida es el resultado de mis decisiones, y no me arrepiento de nada. La vida puede ser mágica, pero viviéndola enfocados, con paciencia, compasión, determinación, disciplina".

Cambio de vida

Tras dejar a Leonardo Di Caprio en 2005, cambió de vida. Descubrió el yoga, la meditación, la vida sana, conoció al que hoy es su marido, el futbolista Tom Brady, tiene varios hijos... y busca enfocarse a lo natural, a la conexión con la naturaleza.

Su obsesión por la vida sana la ha llevado a prohibir a sus hijos los dulces, incluso en Halloween, no tomar café, no beber alcohol, llevar una dieta estricta... hoy quiere mostrar a los demás que lo que se ve no es la realidad, que todos tenemos varias vidas, y que ser feliz es lo único que cuenta.