CIENCIA

Una cápsula de temperatura mide el esfuerzo de los agentes forestales

Un estudio español publicado en Journal of Occupational and Environmental Health ha demostrado cómo trabajan los agentes forestales analizando el calor que soportan y el esfuerzo que realizan.

BOMBEROS DE JAÉN

Los agentes forestales son los primeros encargados de extinguir un fuego, además de otras tareas en la montaña y el monte para evitar que fauna y flora desaparezcan y el medio ambiente y las viviendas cercanas mantengan cierto equilibrio. Hoy te contamos una investigación española que aporta datos en tiempo real y en fuegos reales a través de una cápsula de temperatura que ingerían los agentes para controlar cómo estaban.

Se ha publicado en Journal of Occupational and Environmental Health y se ha llevado a cabo durante cuatro veranos con incencios reales, tanto pequeños como grandes.

Método de análisis

Tras ingerir la cápsula antes de que salieran al monte a extinguir un fuego, a entrenar o a realizar labores de limpieza, los agentes forestales se colocaban una cinta pectoral para registrar su frecuencia cardiaca cada cinco segundos.

Además, dado que cada uno porta un equipo de protección (un traje, un casco, unos guantes y unas botas) y unas herramientas, lo que incrementa el peso entre 6 y 20 kilos, también se han instalado sensores de temperatura ambiental y sensores de temperatura interna dentro de las camisetas y dentro del mono de trabajo, para conocer cómo se va acumulando la humedad y cómo varía la temperatura corporal.

También se han incluido sensores de flujo de calor que miden las llamaradas o las corrientes convectivas del calor que reciben. Además, se anotan los tiempos de trabajo y la recuperación de cada uno de los miembros, así como el tipo de ataque al fuego que realizan o el avituallamiento que toman.

Resultados de la investigación

Se ha buscado comprobar, además de las condiciones físicas de los agentes, en qué medida la preparación no sólo mejora el rendimiento sino también la salud y la seguridad.

Una investigación que analiza la respuesta cardiovascular, el consumo de oxígeno máximo, las dos zonas de umbral de esfuerzo, cuando entran en fatiga... Con esta investigación realizada por Grupo de Investigación en Valoración de la Condición Física de la Universidad de León, junto con la empresa de transformación agraria Tragsa, la gestora medioambiental Egmasa, y el Área de Defensa Contra Incendios Forestales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se ha demostrado que la exigencia física es mucho mayor de la descrita en teoría tras estudiar cuatro veranos de incendios. A partir de ahora, además, se pondrán en marcha nuevos planes de preparación específica para los agentes.