La taquicardia de Aliassime: visita obligada al médico

El tenista canadiense Félix Auger Aliassime se retiró entre lágrimas en el partido que estaba jugando del US Open ante Denis Shapovalov en la primera ronda, un encuentro que terminó con su retirada tras notar que estaba sufriendo una taquicardia.

Aliassime fue atendido en la pista por el médico del torneo durante el descanso. Se le recostó, fue revisado por unespecialista, y esperaban todos que sus pulsaciones bajaran, pero no fueron capaces. Volvió a jugar, pero Aliassime no pudo continuar y aceptó retirarse, no sin romper a llorar y recibir la ovación del público americano.

Taquicardia, esconde algo más

Cada vez que surge una desgracia en forma de muerte súbita en jugador de élite, o amateur, se recuerda la importancia de vigilar nuestra salud, desde la forma física, lo que comemos, y nuestro estado de ansiedad y mental también es clave. Los nervios siempre nos pueden jugar una mala pasada y todo indica que esa ha podido ser la clave de la taquicardia del joven tenista.

El error en este caso radica en el médico que le atendió que le permitió jugar, esos juegos extras podrían haber sido un peligro y haber puesto en riesgo la salud de Aliassime, no sólo en este partido, sino para el resto de su carrera. El corazón es un músculo, no es infalible y requiere cuidados. Y en este caso la cabeza estaba jugando también una mala pasada al ganador del US Open en categoría júnior en 2016.

Responde un experto cardiólogo

El experto en cardiología, el doctor Emilio Luengo nos avisa de las enfermedades ocultan que pueden surgir cuando llevamos el cuerpo al máximo esfuerzo: "aparte de la posibilidad de desestabilizar una enfermedad oculta, el simple hecho de llegar, mantener o sobrepasar la frecuencia cardiaca hace que el flujo de bombeo del corazón no aumente pese a que la frecuencia cardiaca sí lo haga. Esto hace que el corazón se haga relativamente insuficiente".

La frecuencia cardiaca máxima es el número máximo de latidos que puede alcanzar el corazón durante un minuto sometido a esfuerzo. La fórmula más conocida de calcularla consiste en restar a 220 nuestra edad. Sin embargo, los expertos recomiendan no alcanzar ese límite.

Hay además un punto importante: los 35 años. "Si somos menores de 35 años debemos haber descartado la presencia de enfermedades con un componente genético o congénito", explica el doctor Luengo.

"Si nos acercamos o sobrepasamos la cuarentena, la enfermedad cardiovascular que más puede darnos la lata es la enfermedad coronaria. Por eso, debemos descartar que la tengamos".