SALUD

Consejos de autocuidado: heridas, quemaduras y picaduras

Con el verano en plena ebullición, las actividades de ocio y tiempo libre cobran un protagonismo no exento de riesgos, ¿estamos preparados?

OLIVIER MORIN

La llegada del verano implica para muchos un paréntesis en su rutina. Atrás quedan las obligaciones laborales, las jornadas interminables o el estrés propio de un ritmo de vida, en ocasiones, nada saludable. Es hora de disfrutar de nuestro tiempo libre y de aquellas actividades que, por uno u otro motivo, quedan olvidadas hasta que desempolvamos la maleta y nos disponemos a iniciar nuestras merecidas vacaciones.

Pero conviene no olvidar un aspecto fundamental para que, en caso de necesidad, seamos capaces de reaccionar a tiempo y evitar molestias o mayores sobresaltos. Nos referimos a la importancia de tener un botiquín de primeros auxilios plenamente actualizado y estar al tanto de los cuidados más frecuentes en la época estival.

Contar con un botiquín doméstico equipado para el verano con material para curas, contusiones, quemaduras y picaduras, debe ser uno de los imprescindibles que nos acompañe en nuestros desplazamientos. Quizá no seamos conscientes de la importancia de actualizarlo hasta que nos encontremos con una situación que nos recuerde por qué no lo tuvimos en cuenta.

Cinco consejos para llevar en la maleta

Tratar los síntomas de procesos comunes no debe suponer ningún problema si tenemos las herramientas y conocimientos necesarios. En cualquier caso, nosotros compartimos algunas recomendaciones, aunque conviene acudir a un centro sanitario próximo en caso de duda o de que no remitan las dolencias:

- Las heridas leves se deben limpiar con suero fisiológico y conviene tratarlas con antiséptico. Sólo si existe riesgo de contaminación resulta conveniente poner un apósito.

- Para las quemaduras solares es recomendable aplicar cremas específicas para después del sol y proteger con ropa la zona quemada para evitar nuevas exposiciones.

- La conjuntivitis puede aliviarse gracias al suero fisiológico.

- La picaduras de medusas se combaten también con suero fisiológico, agua salada (nunca dulce), hielo o arena.

- Para las picaduras de insectos basta con aplicar frío local, sales de amoniaco y evitar el rascado de la zona.

Prevención ante todo

También conviene no olvidar que, más allá de reaccionar ante pequeñas contingencias, es recomendable prevenir situaciones de riesgo, sobre todo, cuando se trata de menores. En este sentido es aconsejable estar muy vigilantes en las zonas de baño y evitar la distracción del teléfono móvil si estamos al cargo de niños. Además, es recomendable realizar las actividades deportivas a primera hora de la mañana o a última de la tarde y mantenerse bien hidratados.

Por otro lado, si se va a viajar a zonas que puedan implicar algún tipo de riesgo, no está de más hacer acopio de información y estar al tanto de qué vacunas o tratamientos preventivos son necesarios. En el caso de los pacientes crónicos, es importante que viajen con su medicación, material de control y toda la información y documentación que sea necesaria. Y es que, como suele decirse en estos casos, más vale prevenir que curar.