Por qué tenemos ansiedad y cómo podemos controlarla

Se estima que la ansiedad afecta al menos al 25% de la población española, siendo en algunos casos más graves que otros, y el doble de mujeres que hombres padecen ansiedad generalizada. Para combatir los síntomas de la ansiedad, muchos recurren a la medicación (antidepresivos y benzodiacepinas) para sentirse mejor al creer que sus síntomas se curan así, cuando son simplemente un parche que puede ayudarnos en un momento determinado.

Sin embargo, hay que dar poder a la educación mental y obtener una comprensión de qué causa la ansiedad y que puede darnos una solución alternativa, otorgándonos el conocimiento para tomar el control y crear para una mente, cuerpo y espíritu tranquilos y seguros, y como no, más fuertes. Por ello muchos optan por la ayuda psicológica y, junto con el profesional, crear estrategias que funcionen a largo plazo.

¿Miedo o ansiedad?

Para empezar, hay que comprender la diferencia entre miedo y ansiedad. Ambos causan la misma respuesta física de pánico, mente acelerada, ritmo cardíaco desbocado y respiración dificultosa. Pero son solo algunos de los síntomas, ya que la ansiedad puede tomar muchas caras. Ambos estados, tanto miedo como ansiedad, nos ponen en un estado mental comúnmente conocido como "lucha o huida" y se activan por la mente subconsciente.

La ansiedad ocurre cuando imaginas una amenaza. La amenaza puede tomar distintas formas: miedo al futuro, miedo al propio miedo, miedo a tener un ataque de ansiedad...o incluso algunas situaciones incómodas que nos aceleran. Sin embargo, todo está en la cabeza, en nuestra imaginación, y debemos plantearnos a nosotros mismos que ni el futuro como tal existe y el miedo es una respuesta ante lo desconocido. Lo ideal es centrarnos en vivir el momento presente.

El poder del subconsciente

También es importante entender cuán poderosa es nuestra mente subconsciente. A diferencia de nuestra mente consciente, el subconsciente nunca duerme. Funciona constantemente durante toda nuestra vida, ya que mantiene nuestro corazón bombeando y nuestros pulmones respirando sin que siquiera pensemos en ello. Desencadena nuestra respuesta de miedo cuando nos enfrentamos al peligro. Por lo tanto, la mente subconsciente parece ser más poderosa que nuestra mente consciente. Asimismo, la mente subconsciente tiene un defecto importante: no puede distinguir entre una amenaza legítima (un peligro real) y una imaginaria. Hace que el cuerpo responda de la misma manera.

Detener la ansiedad

Nuestros pensamientos y palabras son poderosos. Los pensamientos desencadenan sentimientos que determinan nuestras acciones. Por ejemplo, si tienes la costumbre de compararte con los demás, tu subconsciente tendrá en cuenta los pensamientos de inferioridad y te hace sentir deprimido e inseguro. La mente es tan poderosa e imaginativa que podemos creernos todo lo que nos decimos a nosotros mismos.

Por lo tanto, para comenzar a detener el cerebro y combatir la ansiedad, primero es necesario tomar conciencia de las amenazas imaginarias que estamos alimentando a nuestro subconsciente.

Aprender a controlar la ansiedad requiere práctica. Al aplicar consistentemente la intervención en nuestro pensamiento y los sentimientos posteriores, podemos entrenar al subconsciente para imaginar una creencia más positiva, tranquilizadora y fortalecedora de quienes somos realmente y cuál es nuestra situación. Es necesario reemplazar nuestros patrones de pensamiento de derrota con afirmaciones poderosas y positivas.