SALUD

Habrá el doble de obesos en España en los próximos 20 años

Las personas obesas consumen un 20% más de recursos sanitarios y un 68% más de fármacos. Además, los costes asociados a la obesidad suponían en 2002 un 7% del gasto sanitario.

Vix.com

La obesidad es, cada vez más, uno de los principales problemas de salud que afecta a multitud de personas en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren cerca de 2,8 millones de personas a nivel mundial a causa de la obesidad y el sobrepeso; ya que si bien hace unos años se consideraba que esta enfermedad afectaba sobre todo a países desarrollados, en la actualidad también es muy prevalente en países de bajos ingresos económicos.

Este grave problema sanitario repercute también, y de manera importante, en la población española ya que, según datos de la OMS, el 57% de la población padece obesidad o sobrepeso en nuestro país, lo que posiciona a España como el segundo país de Europa después del Reino Unido.

Y el problema va en aumento, ya que según datos de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO), esta enfermedad, que ya a afecta a uno de cada cuatro españoles, casi doblará su prevalencia en España en los próximos 20 años, de tal modo que se espera un incremento de 5 a 9 puntos en este periodo.

Pero no solo afecta a la población adulta sino que la obesidad infantil también crece: tres de cada diez niños y niñas tienen sobrepeso u obesidad en España, índice por encima del promedio de la OCDE; con un 26% de los niños y un 24% de las niñas con sobrepeso.

Según un estudio llevado a cabo por la prestigiosa revista internacional The Economist y la compañía Johnson (a través de Ethicon), las personas obesas consumen un 20% más de recursos sanitarios y un 68% más de fármacos. Además, los costes asociados a la obesidad suponían, en el año 2002, un 7% del gasto sanitario, aumentando desde entonces.

En cualquier caso, no hay que dejar de lado la prevención, que pasa por llevar una dieta equilibrada -aumentando el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y reduciendo los azúcares- y realizar una actividad física periódica.