Las recientes inundaciones que han azotado la Comunidad Valenciana han dejado escenas dramáticas y los deportes de acción no se libran. Un buen ejemplo es la experiencia vivida por el youtuber y rider de BMX Oriol Inglada, quien cuenta en un video cómo él y alrededor de 150 personas lograron ponerse a salvo al refugiarse en un concesionario. La experiencia, que describe como de “película”, pone de manifiesto tanto la magnitud de la tragedia como la solidaridad y la desesperación de quienes buscaron sobrevivir ante el desastre natural.

Oriol relató cómo, al intentar evacuar la zona, él y su pareja se vieron atrapados por el aumento veloz del nivel del agua. “Estábamos literalmente atrapados. Por un lado, el tráfico no se movía, y por el otro, el agua subía cada vez más. De pronto, pasó de mojarnos los pies a llegarnos a la rodilla en cuestión de minutos”, comentó el rider, recordando los momentos iniciales de la noche.

Ante la falta de ayuda y con pocas opciones, varios de los atrapados buscaron un lugar seguro en el área industrial. En su relato, Oriol cuenta cómo, tras intentar diferentes rutas de escape, se encontraron con un grupo de vehículos aparcados en un estacionamiento y tomaron la decisión de quedarse ahí hasta que fuera seguro salir. “Fui a comprar agua y un cargador de móvil porque ya me veía venir que iba para largo. Cada vez se unía más gente y coches, hasta que el agua empezó a llegar a una velocidad increíble”, expresó.

Cuando la situación se volvió crítica y el agua alcanzaba peligrosamente el nivel de los autos, alguien en el grupo vio un concesionario cercano de dos plantas. Fue entonces cuando tomaron una arriesgada decisión. “Alguien rompió los cristales y empezamos a meter a la gente dentro”, recordó Oriol. Según él, lograron subir al altillo de la segunda planta y guarecerse de la crecida: “Éramos más de 100 personas, tal vez 150. No sé qué hubiera sido de nosotros si no nos metemos ahí”.

Durante la noche, Oriol describe el caos a su alrededor, con los autos flotando, el sonido incesante de las alarmas y el olor a combustible en el aire. “Las últimas personas que entraron tenían el agua al cuello; apenas podían pasar porque la gasolina se había mezclado en la entrada. Si nos hubiéramos quedado fuera, no lo contamos”, aseguró.

La Guardia Civil llegó a la zona y les mantuvo informados sobre la situación mientras ellos se refugiaban en el concesionario. Sin embargo, Oriol señaló una de las principales críticas que han surgido tras la tragedia: el tardío aviso de las autoridades. “La alerta llegó muy tarde. A mí de nada me sirve que pongan un aviso cuando ya está todo inundado. Si sabían lo que iba a pasar, ¿por qué no avisaron antes? No tiene sentido”, señaló enérgicamente.

La mañana siguiente, al bajar el nivel del agua, los sobrevivientes empezaron a salir cubiertos de barro y entre el destrozo de vehículos. Oriol enseña su coche, totalmente destrozado, y comparte el dolor al ver la magnitud de la tragedia, enviando un mensaje de ánimo a los afectados: “Nosotros tuvimos suerte, pero había gente atrapada que no pudo salir. Esto es una catástrofe. Solo espero que algo así no vuelva a suceder”.

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