Liam Whaley, kitesurfista profesional residente en Tarifa, ha vuelto a Brasil después de 15 años de visitar el país para entrenar y progresar en su carrera. Sin embargo, esta vez su visita tenía un propósito diferente: devolver a la comunidad que tanto le ha dado. Con el apoyo de su patrocinador, Duotone, Whaley logró llevar equipo de kitesurf para compartir con los niños locales de Cumbuco, una comunidad que sueña con tener una carrera profesional en este apasionante deporte en un paraíso con las condiciones perfectas para ello.

Así explicaba Whaley lo que le ha dado el país latinoamericano: “Brasil es un lugar que me ha dado mucho, así que tiene un lugar especial en mi corazón y es un lugar al que me gustaría devolver algo a la comunidad. Este proyecto es más significativo que otras cosas que he hecho”.

El tarifeño, ex campeón del mundo de kitesurf freestyle y ahora enfocado en el Big Air, eligió Cumbuco (en la costa noreste de Brasil) como el escenario para este proyecto. En un vídeo de YouTube, describió la región como uno de sus lugares favoritos para practicar kitesurf en el mundo, destacando los vientos alisios constantes durante 6 meses, las extensas playas de arena blanca y las lagunas planas que hacen de este lugar un paraíso para los amantes del deporte.

El kitesurf ha desempeñado un papel crucial en la vida de Cumbuco, brindando oportunidades a la comunidad y permitiendo que los niños sueñen en grande. Whaley, quien visitó este lugar por primera vez a los 11 años, compartió sus recuerdos con la comunidad: “He compartido tantos recuerdos con esta comunidad, y siempre me han recibido con los brazos abiertos”.

Así que el objetivo del kitesurfista español era claro: pasar un día con los niños, divertirse, inspirarlos y, al final del día, proporcionarles las herramientas necesarias para perseguir sus sueños en el kitesurf.

El día del evento fue capturado en el video de Whaley, que muestra a los niños participando entusiastamente en lecciones de kitesurf y demostraciones de freestyle. Al final del día, el kitesurfista profesional tenía una sorpresa preparada para los niños: “Algunos de los niños que veo tienen la proyección de tener éxito en el futuro, así que van a ganar algunos kites. No lo saben todavía, pero al final del día, habrá una bonita sorpresa”.

La emoción en los rostros de los niños durante la actividad fue evidente, y Whaley compartió su alegría al verlos involucrarse en el kitesurf. “Es tan genial ver a todos estos niños metiéndose en el kitesurf, me hace súper feliz. Con suerte, los veremos el próximo año progresando y más metidos en el deporte”.

La jornada culminó con un momento en el que Whaley entregó kites a los niños más destacados. En sus palabras de despedida, expresó su esperanza de regresar y ver la progresión de la comunidad: “Espero que usen estos kites bien y que pueda volver el próximo año y ver la progresión”.