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El Wavegarden Barcelona-Cunit recibe luz verde del Ayuntamiento

El proyecto obtiene aprobación provisional en Cunit tras años de debate por su impacto ambiental y a la espera del visto bueno definitivo de la Generalitat.

Vista de Google Maps de la Masia de Cal Pla (Cunit) con dos círculos ovalados en los que hay una piscina de olas artificiales para el surf Wavegarden y un glamping.
Elaboración propia
Marc Fontrodona
Nació en Barcelona en 1989. Se licenció en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona. Es el responsable editorial de AS Acción, el vertical de action sports del diario AS creado en 2016. Especialista y practicante de muchas de estas disciplinas, lleva contando historias de action sports desde hace más de una década.
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El proyecto Wavegarden Barcelona-Cunit ha dado un paso más tras recibir la aprobación provisional del Ayuntamiento, cuatro años después de su presentación inicial. Con 14 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones, el consistorio ha validado la modificación urbanística que permite avanzar con la construcción del complejo turístico en los terrenos de la histórica masía de Cal Pla, cuya rehabilitación forma parte del plan.

La iniciativa, impulsada por la empresa Magicwave, contempla un camping de 246 unidades residenciales, zonas de ocio y una piscina de olas de más de 2.500 metros cuadrados capaz de generar olas de hasta dos metros mediante tecnología Wavegarden Cove. Con una inversión estimada de 40 millones de euros, sería el primer equipamiento de estas características en Cataluña. Según los promotores, generará 150 empleos directos y cerca de 400 indirectos, además de un flujo previsto de 105.000 visitantes anuales, cifras que el alcalde de Cunit, Jaume Casañas, considera “una oportunidad para dinamizar el municipio”.

Pese al respaldo político mayoritario, el proyecto tiene oposición vecinal y ecologista, centrada según la misma en el consumo de agua, la afectación al entorno natural y el impacto sobre el patrimonio. “Es una propuesta privada, el Ayuntamiento sólo ha aprobado la tramitación”, señaló Casañas, subrayando que los informes ambientales y urbanísticos son favorables.

Entre las medidas incorporadas para reducir el impacto destaca la conexión con el EDAR Cunit-Cubelles para garantizar el riego con agua regenerada, un sistema que permitiría ahorrar más del 46% del consumo estimado en verano. Esta infraestructura deberá estar operativa antes del inicio de las obras.

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El proyecto queda ahora pendiente de la aprobación definitiva de la Generalitat, que evaluará los últimos informes ambientales antes de autorizar la ejecución con la respectiva licencia de obras.

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