“¿Por qué todos los esquís son iguales si todos los esquiadores son diferentes?”
Bajo esta premisa y desde hace un par de años, la gente de Husta Skis fabrica en la Val d’Aran “los esquís más personalizados del mercado”.
“Cada curva es diferente y cada esquiador la traza a su manera. Si esto es así ¿Por qué todos los esquís son iguales?”. Partiendo de esta pregunta y de la base de que personalizar los esquís es posible, los emprendedores y esquiadores Xavier Giner, Dani Poy y Quim Tomàs empezaron a gestar una idea en 2017 que acabó con la fundación de Husta Skis, en 2021. Desde entonces han estado desarrollando el concepto Bespoke para ofrecer a esquiadores apasionados y con buen nivel un producto que consideran “único”. Literal. Ahora os explicamos por qué.
Lo primero que hay que saber es que los esquís Husta se caracterizan por tener una vertiente artesanal muy importante completada con la más alta tecnología 4.0 con máquinas de control numérico. La producción se realiza íntegramente en el taller de Salardú, una antigua ebanistería, utilizando materiales en un alto porcentaje reciclables y con una reducción que puede llegar hasta el 70% de aplicación de material plástico en los esquís comparativamente con los procesos de las marcas industriales. Se aplica así el compromiso de la marca para la máxima sostenibilidad ofreciendo unos esquís con una durabilidad superior a los de fabricación estandarizada. Además, se trabaja en gran medida con madera de proximidad proveniente de los Pirineos.
Esquís Bespoke
Hablemos ahora sí del producto “único” y personalizado al 100%. La compañía ofrece tres conceptos de esquís en su producción, con los Bespoke como la máxima expresión del producto hecho a medida. En inglés esta palabra significa “hecho para un cliente o usuario en particular” pero es que además en Husta este concepto se eleva al nivel de máxima experiencia por qué el cliente es el protagonista en la confección de sus esquís.
Siempre se realiza con la supervisión y ayuda de un ingeniero y técnico deportivo nivel 3 con varias fases del proceso que pasan por la creación del diseño inicial teniendo en cuenta las variables principales después de esquiar con esa persona y entender su realidad. En un segundo estadio se realiza un análisis biométrico del esquiador y por último se pasa a la fabricación en la que el cliente es protagonista.
Cada persona esquía de manera única, así que utilizar los mismos esquís industriales reduce las posibilidades de aprendizaje, mejora y disfrute. Se trata de un proceso hecho a medida en el que se aplica alta tecnología. Cada esquí es único, nunca habrá dos iguales y cada modelo que salga de la prensa será exclusivo para el esquiador que se lo ha fabricado con sus manos en el taller de Salardú.
Modelos Custom y Colección
El segundo grado en personalización son los esquís custom. En función del nivel, preferencias de terreno y objetivos del cliente se puede dar forma a unos esquís, singulares en diseño y en comportamiento, sobre cualquiera de las geometrías ya previamente estudiadas y que se proponen en la colección de Husta.
Estos esquís son un lienzo en blanco donde el cliente crea unos diseños con los colores, gráficos e incluso los materiales y acabados que más le representen. Los Custom dicen mucho de la personalidad de cada usuario.
Finalmente, Husta propone desde la experiencia de que el cliente diseñe y fabrique sus propios esquís con el concepto “Bespoke” hasta los esquís de colección que ya están en el mercado con los modelos Paom (all mountain), Lua (travesía) y Roc (pista).