Hace una semana, con las nevadas que habían caído en España, ya decíamos que Semana Santa pintaba muy bien para las estaciones de esquí. Las nevadas generalizadas y abundantes de entre finales de febrero y principios de marzo dejaron dejando estampas dignas de la parte central del invierno. Y se podría decir que la borrasca Monica ha rematado esta situación, permitiendo incluso que varias estaciones de esquí -Baqueira Beret, Grupo Aramon o Grandvalira- anuncien que alargan su temporada de esquí hasta una o dos semanas después de las fiestas.

En el Pirineo Catalán hay por lo menos 70-80 centímetros de nieve polvo en todas las estaciones de esquí, con algunas rozando o superando los 2 metros (Espot, Port Ainé, Boí Taüll y Baqueira Beret). En el Pirineo Aragonés, Cerler tiene 120 centímetros de nieve polvo y el resto de estaciones superan los 2 metros e incluso los 3 (como Candanchú). La Cordillera Cantábrica goza de un metro de nieve, como el Sistema Ibérico. Y hasta las del Sistema Central o Manzaneda (en Galicia) han podido abrir sus puertas. Finalmente, tanto en Sierra Nevada como en Andorra tienen dos metros de nieve polvo preparados para los amantes del esquí y el snowboard. Aunque en el segundo caso con más kilómetros abiertos. Una situación idílica. Veamos algunas de las estampas:

Baqueira Beret

Boí Taüll

Ordino Arcalís

Astún - Candanchú

Sierra Nevada

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