Llevan con estas acciones mucho tiempo, pero se están convirtiendo en virales en las últimas horas debido a la crisis energética deribada de la guerra de Ucrania. Y lo están haciendo por un vídeo en concreto grabado en las calles de Montpellier. En el clip, usan su capacidad para superar obstáculos urbanos y trepar por las paredes para desactivar los interruptores de las luces de los comercios que ya están cerrados, de noche. Dicho interruptor se encuentra, por ley, en las fachadas de los edificios, a una altura inalcanzable para un peatón sin dichas habilidades pero no para ellos.

Inmobiliarias, relojerías, bancos, salones de belleza, cines, autoescuelas, el Foot Locker y hasta el McDonald's, entre otros, caen uno tras otro con esta acción simbólica contra el derroche energético. El vídeo muestra también como algunos transeúntes les aplauden mientras realizan esta acción, aunque en redes sociales la opinión está más dividida y hay gente que lo considera vandalismo. Claro que con millones de visualizaciones, es inevitable que haya división de opiniones.

Como decíamos, no es algo nuevo. Ya en marzo del 2021, el periódico The Guardian dedicaba una pieza a un grupo de jóvenes de París que hacían exactamente lo mismo y cuya intención era concienciar acerca de la contaminación lumínica, la polución y el desplifarro energético. Antes de la invasión de Ucrania. La pieza iba acompañada de un vídeo de parkour por las calles de París, en los Champs-Élysées, muy parecido al de Montpellier: Coyote, Gilera, Honda, Swatch y todas las tiendas de esta famosa avenida acababan con las luces exteriores apagadas.

Preguntaron por ello a uno de sus protagonistas, Kevin Ha, en aquel momento completando su doctorado en Oceanografía: "Apagar las luces es un mensaje simbólico sobre el esfuerzo que deberían hacer la empresas. La eficiencia de la acción en cuanto al ahorro energético no es lo importante aquí, obviamente no podemos apagar todas las luces innecesarias de París, pero queremos mostrar que la pequeñas acciones son las que pueden marcar la diferencia".

Ya entonces tuvieron el primer boom en cuanto a viralidad. Esta vez fue en TikTok. Gracias a ello, otros grupos del territorio francés, donde es posible realizar esta acción gracias a la normativa que obliga a tener estos interruptores en el exterior (precisamente para apagarlos porque la ley dice que una hora después de que se vaya el último empleado deberían estar apagadas, bajo amenaza de multa de 750 euros), se apuntaron a la iniciativa. Y así es como desde entonces han ido viralizando vídeos del mismo tipo en otras redes sociales como Twitter.