En diciembre de 2018, Wesley White, un intrépido amante de la aventura y la fotografía, tomó la decisión de alquilar un kayak para explorar una isla remota en Belice, un país de la costa este de América Central, con riberas en el mar Caribe. La isla prometía ser un paraíso desconocido, lleno de secretos por descubrir. Y así fue. Este mes de diciembre se cumplen 5 años de esta historia.

Una vez en la isla, mientras buscaba el lugar perfecto para pescar, Wesley tropezó con un animal al que cambiaría su vida. En una casa abandonada, descubrió a un perro demacrado y abandonado. El pobre animal, al borde de la muerte, necesitaba ayuda desesperadamente.

Sin dudarlo, Wesley subió al maltrecho perro a su kayak y regresó al hotel. El can, al que decidieron llamar Winston, fue trasladado al Hospital de Animales Stann Creek, cerca de Dangriga, en el mismo país. Allí, los veterinarios descubrieron que Winston estaba infestado de ácaros, desnutrido y deshidratado. Aunque sus condiciones eran críticas, al menos sus órganos internos estaban sanos, lo cual daba lugar a la esperanza.

Después de dejar al vulnerable Winston en manos expertas, Wesley regresó a su vida en Estados Unidos. Sin embargo, la imagen del perro necesitado no dejaba de perseguirlo. Preocupado por el destino de Winston, Wesley encontró una asociación en Belice dispuesta a cuidar de él.

A pesar de su gesto altruista, la preocupación por Winston no desapareció. Después de varias semanas de separación, la conexión entre Wesley y el perro lo llevó a tomar una decisión extraordinaria: regresar a Belice para traer a Winston de vuelta a casa.

El reencuentro fue emotivo. El perro, que una vez estuvo al borde de la muerte, ahora estaba irreconocible. Gracias a los cuidados y el amor brindados, Winston se transformó en un perro saludable y feliz. La increíble historia de rescate y determinación de Wesley y Winston se volvió viral, inspirando a mucha gente y llegando a crear un Instagram en el que explica su vida.