Lo que puede conllevar un truco de skate: dieta, fisio y arena para gatos
El nuevo My War de Thrasher Magazine explica la historia de cómo David Reyes sacó el 360 Kickflip Noseblunt en el famoso spot de Clipper, en San Francisco.
"No me he subido en mi vida a una tabla de skate y estas es mi webserie favorita de YouTube", dice el primero comentario del nuevo My War de Thrasher Magazine. Va sobre David Reyes, uno de los mejores skaters del mundo, y la historia de uno de los trucos más impresionantes que se han planchado.
Reyes nos lleva a través de su odisea para lograr el 360 Kickflip Noseblunt, un truco legendario en un lugar icónico como es el famoso spot de Clipper en San Francisco. Acompañado por Daewon Song y Torey Pudwill, Reyes comparte su experiencia en este desafío. Según Song "es uno de esos clips que si conoces la historia, sabes cuánto has invertido en él... el nivel de respeto, ponerte en esa situación y el compromiso para lograrlo es realmente inspirador."
La historia comienza cuando Reyes se embarca en un viaje a Clipper, un conocido lugar de San Francisco. Su objetivo: realizar un 360 Flip Noseblunt. Reyes relata cómo, a pesar de las dificultades iniciales, su determinación lo llevó a intentar una y otra vez el truco en Clipper. Esta lucha se convirtió en una especie de guerra personal: "Cambié mi dieta, iba a fisioterapia dos o tres veces a la semana, y hacía 360 Flip Noseblunts en un skatepark una y otra vez".
La perseverancia y la tenacidad son evidentes cuando Reyes narra cómo pasó por múltiples intentos y derrotas. Durante un viaje posterior a Clipper, ocurrió un evento traumático cuando fueron asaltados y les robaron la cámara.
Sin embargo, después de innumerables intentos y un aumento en la dedicación, Reyes finalmente se acercó a su objetivo. "Llegó un punto en el que estaba listo para hacerlo. Me sentí que iba a suceder hoy. Y así, en un día de lluvia, después de secar el spot con arena para gatos, Reyes se lanzó al intento final. El truco salió perfectamente.
La emoción y el alivio eran palpables en ese momento. Pudwill confiesa que "fue un alivio. Luego hubo una avalancha de emociones. Fue el truco más impresionante que he visto en mi vida".