El cambio climático amenaza el 98% de las estaciones de esquí de Europa
Un estudio publicado recientemente asegura que un aumento de 2ºC sería una amenaza para el 53% de las estaciones; si fuera de 4ºC, afectaría al 98%.
Con la llegada del invierno, paradójicamente, la nieve se aleja de las estaciones de esquí. La proyección de un aumento de 2°C en las temperaturas debido al cambio climático está planteando una seria amenaza para el 53% de las estaciones de esquí en Europa, incluyendo las españolas, debido a la falta de nieve. Si la temperatura aumentara dos grados más, este porcentaje alarmante se elevaría al 98%, según revela un estudio publicado en la revista "Nature Climate Change".
Estaciones clave de países como Austria, Italia y Alemania enfrentaron un enero sin nieve, registrando cifras récord de calor. Lo mismo sucedió en Suiza, donde la ola de calor que azota Europa elevó la línea de cero grados a una altitud sin precedentes: 5.298 metros, 114 metros por encima del año anterior.
Europa alberga el 80% de las estaciones de esquí a nivel mundial (con más de un millón de esquiadores, cais la mitad en los Alpes), las cuales dependen de una capa de nieve confiable y predecible, volviéndolas altamente vulnerables al cambio climático. Hugues François, de la Universidad de Grenoble, junto con sus colegas, ha culminado un análisis exhaustivo de 2.234 estaciones de esquí en 28 países europeos para evaluar los efectos de cambios en la capa de nieve bajo incrementos de temperatura de 2°C y 4°C. Con base en estos datos, entre un 53% y un 98% de los centros turísticos enfrentan un riesgo significativo de escasez de nieve.
Una posible respuesta de las estaciones de esquí a estos cambios es invertir en tecnología de fabricación de nieve artificial, lo que podría asegurar un suministro fiable en ciertas épocas del año y áreas específicas. El uso de nieve artificial en el 50% de la superficie de una estación reduciría el riesgo en aproximadamente un 25%, aunque conlleva un aumento en el consumo energético y las emisiones de carbono. La demanda total de electricidad para producir nieve podría aumentar en un 18% en caso de un aumento de temperatura de 2°C, y en un 24% para un incremento de 4°C. Es relevante señalar que gran parte de la huella de carbono está ligada al transporte de turistas desde sus lugares de residencia, no tanto a la producción de nieve.