El cañón de más de 150 kilómetros de longitud y 5 kilómetros de profundidad que desemboca en la Praia do Norte de Nazaré ha convertido este pequeño municipio portugués en el epicentro mundial del surf de olas grandes. Allí se puede presenciar uno de los mayores espectáculos de la naturaleza y varios surfistas desafiando a la ola más grande del mundo. Uno de ellos es el británico Andrew Cotton, al que todo el mundo recuerda por una de las caídas más bestias de la historia en este spot.

Cotton acaba de publicar un vídeo con su sponsor Dryrobe en el que reflexiona acerca de su dedicación y su pasión, el surf. Explica que cree que "todo el mundo puede conseguir lo que quiera si realmente lo quiere. Pero que hay diferencia entre decir que lo quieres y quererlo de verdad". Para él, el surf y las olas grandes son ese objetivo. El motivo por el que va al gimnasio, a la piscina, a coger esa cuerda que le meterá en un monstruo de Praia do Norte en el que puede alcanzar la gloria o morir, a volver más fuerte cuando ha estado sin poder surfear por cualquier motivo, como las lesiones.

Aprovechando el lanzamiento del vídeo, el sponsor lanza también una entrevista con algunas declaraciones suyas. Cotton asegura que "Nazaré se ha convertido en el Santo Grial del surfing, lo cual es curioso porque cuando era un niño, todo giraba entorno a Waimea en el surf de olas grandes, lo que querías era ir al North Shore y remar una ola grande allí".

Pero a pesar de la atención que recibe este municipio portugués, Cotton no acaba de dedicarse al 100% a lo que le gustaría, que es únicamente "surfear". Al final, "es lo que te hace feliz", confiesa. Al principio lo combinaba con su oficio de fontanero e incluso socorrista. Hoy en día con otro tipo de actividades: "Esta semana tengo que dar una charla en Nueva York, así que lo de ser surfista profesional no es surfear todo el rato, surf a jornada completa, o como queráis llamarlo".